Días antes de la navidad sucedió un robo en Café Martínez ubicado en la esquina de España y San Juan en el que dos personas sustrajeron diferentes elementos del lugar en horas de la noche.
A partir de la denuncia del propietario el Gabinete Criminológico de la Comisaría 1ra inicia una investigación tomando imágenes de dos varones jóvenes captados por las cámaras de seguridad del local.
A esa investigación se suman mensajes que aportó a la policía el dueño del local en los que se indican a dos jóvenes como responsables del hecho y se hace hincapié en las permanentes acciones delictivas de ambos. Se realizaron allanamientos en ambos domicilios de las personas mencionadas en los llamativos mensajes, en los que además se aportaban datos de Facebook e Instagram en virtud de la investigación policial.
Esta investigación está a cargo del fiscal Darío Provisionatto quien observó algunos elementos que le hicieron dudar de la veracidad de la investigación policial y si las personas señaladas eran las verdaderas responsables.
Los detenidos eran dos jóvenes que al cotejarlos con las filmaciones de Café Martínez quedaba claro que no eran ni de cerca las mismas personas. A esto se suma que el mayor de ellos es empleado del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), lugar donde el fiscal Provisionatto pudo corroborar que ese día a la hora del hecho estaba cumpliendo funciones lo que quedó comprobado porque ingresó a la unidad con tarjeta magnética y huella digital.
En el caso del otro joven, claramente es una persona distinta a las dos que aparecen filmadas robando. También es necesario decir que ambos jóvenes no se conocían entre sí ni tenían antecedentes penales.
Para construir justicia es necesario escuchar y analizar la prueba de modo serio y responsable, en este caso la tarea del fiscal Darío Provisionatto permitió que dos jóvenes inocentes pagaran por un delito que jamás cometieron teniendo un valioso gesto de justicia al otorgarles la excarcelación.
La investigación deja al descubierto la precariedad del accionar policial que se guío por los mensajes anónimos que aportó el dueño sin cotejar si esa información era real o pescado podrido que todavía no se puede saber qué lo motivó.
Queda a la policía y a la justicia continuar la investigación y determinar quiénes son las personas filmadas dentro de Café Martínez.
Agencia La Barriada