Por el Dr. Sattar Jamshidpour
El Martes 11 de Septiembre de 2001, la ciudad de New York vivía una mañana soleada con un cielo azul cristalino, recuerda para France 24 un conserje del World Trade Center. El corazón financiero del capitalismo se preparaba para un día agitado como de costumbre para ganancias y pérdidas millonarias.
Mientras el reloj señalaba las 8:46 AM, Norteamérica sufría la segunda tragedia e invasión en su territorio luego del ataque de los japoneses el 7 de diciembre de 1941 en Pearl Harbor en Hawai.
El vuelo 11 de American Airlines chocó contra la Torre Norte. A las 9.03 AM ,17 minutos después, un segundo aeronave se estrelló en la Torre Sur.
Las torres gemelas, símbolos de soberbia, belleza, orgullo yanki, con 110 pisos fueron golpeadas severamente y derrumbadas. 34 minutos más tarde, a las 9.37, un tercer avión se estrelló contra el lado oeste del Pentágono, donde habitan los cerebros que junto con otras organizaciones dibujan la Seguridad Nacional Norteamericana. Este ataque produce colapso parcial del lado afectado.
Y finalmente, a las 10.03 AM el cuarto avión que se dirigía hacia el Capitolio para cumplir su misión, fue abortado por el intento de pasajeros de recuperar la aeronave y cayó en un campo.
Existen innumerables interrogantes, dudas, sospechas, preguntas y teorías de cómo EE.UU., uno de los dueños mayoritarios del cielo mundial, sufre semejante humillación.¿Se podría haber evitado el accidente?
Cada avión desde el momento del despegue hasta su aterrizaje tiene una ruta aérea designada. La desviación de la ruta, alerta a la torre de control para saber su motivo.
Posteriormente, la torre de control vigilará a la aeronave y en caso de desobediencia del piloto, avisará a las bases militares con cazas, generalmente F16, que cuidan el cielo estadounidense. En cuestión de pocos minutos, estos, despegarán y acompañarán al avión en cuestión y si es necesario lo derribaran.
Suponiendo que ellos consideraban que el primer ataque fue accidente, a partir de 9:03 AM, en el momento del segundo choque deberían haber sabido que es un atentado hasta las 10:03, que coincide con la caída del cuarto avión, se mantuvieron congelados.
¿Existía complicidad entre los atacantes y los vigilantes de rutas?
Según informes, los pilotos piratas de origen extranjero aprendieron la navegación en EE.UU. Uno cuando mira el vídeo del atentado de las torres gemelas, observa que el piloto debe ser experimentado para realizar su misión, para llegar a su destino hace una curva perfecta, que le sería muy compleja de realizar a un piloto novato.
Para los norteamericanos, la frase SEGURIDAD NACIONAL es sagrada. Proteger a la Casa Blanca, al Capitolio, es sinónimo de seguridad nacional. Era posible que invadieran el cerebro y corazón de la defensa y nadie hizo nada. Los lugares estratégicos como el pentágono presentan radares, baterías antimisiles y además el cielo está prohibido. ¿No se ejecutó ningún sistema de defensa?
La Gran Impostura, escrito por el frances Thierry Mayssan, cuestiona la versión oficial y considera que ha sido obra de una parte del propio del gobierno Estados Unidos, un complot interno.
La Guerra de Afganistán no fue una respuesta a los atentados del 11 De Septiembre, sino que estaba preparada desde hace mucho antes, en coordinación con los británicos. Osama Bin Laden, es una fabricación de la CIA. La familia de George W.Bush y de Bin Laden tenían una estrecha relación comercial.
Un trabajo firmado por un equipo de nueve científicos dirigidos por Niels Harrit, profesor del Departamento de Química de la Universidad de Copenhague, describe que encontraron partículas de un explosivo llamado nano thermite en cuatro muestras de distintos lugares del polvo generado por el hundimiento del World Trade Center en Manhattan.
El prof. David Griffin, en su análisis desenmascara la versión oficial y encuentra 115 fallos lógicos de la versión nombrada.
En el atentado del 11 de Septiembre, el sistema de seguridad nacional quedó congelado, muerto. ¿Complot?¿Incapacidad?¿Ingenuidad?
La pregunta es cómo ocurrió el cortocircuito entre todos los defensores del cielo nortamericano. Tal vez en unos años cuando los servicios secretos de Estados Unidos desarchiven los documentos nos enteremos de algo más. Tal vez.
