(Por Agencia La Barriada) Florencio Varela vive sin duda una emergencia habitacional que es consecuencia de varias situaciones que el estado municipal en articulación con el estado provincial y nacional no atendió ni atiende.
En los últimos meses el predio ubicado en la Calle 531 entre 550 y 538 es el lugar donde bandas del narcomenudeo venden drogas y atemorizan a les vecinos sin que el personal de la Comisaría 2da de Florencio Varela se dé por enterado a pesar de las quejas vecinales.
En ese mismo predio el último miércoles decenas de familias, muchas con reales necesidades, intentaron tomar el predio en dos oportunidades. En los días previos tres personajes, que llamativamente el día de la represión decidieron no estar en el lugar, impulsaron la toma. Uno de ellos compartió varias horas con un joven que finalmente resultó ser un policía de civil.
Además, los vecinos afirman que los vendedores de drogas también impulsaban la toma de tierras donde decenas de familias desesperadas intentaban tener un lugar donde vivir.
Llamativamente, entre las nueve personas detenidas no estuvieron los vendedores de drogas ni los tres personajes con diálogo fluido con un policía de civil, siempre es llamativo cómo esto sucede una y otra vez.
La falta de políticas de acceso al hábitat y la desesperación de las familias tuvo como respuesta una represión que terminó con 9 personas detenidas, varias golpeadas y un joven de 16 años internado en el Hospital Mi Pueblo a quien le hicieron una tomografía computada y continuará internado unos días más.
Pero ¿Cómo actuó el estado ante este conflicto social? El gobierno municipal desde ninguna de sus áreas se acercó al territorio, tampoco los concejales de las diferentes bancadas, y una vez más los movimientos sociales no son parte de la mediación tan necesaria. Solo fueron parte el Juez de Garantías Julián Busteros ordenando un desalojo a la distancia y la policía como único actor estatal.
La necesidad creciente de las familias ante la imposibilidad de sostener alquileres y un hacinamiento cada vez mayor requiere mediaciones sociales y un activo rol del estado.
Fuerzas de Seguridad, reprimiendo dentro del barrio a vecinos y vecinas del Bajo de Villa Argentina en Florencio Varela, minutos antes del desalojo y represión.
Desde el Espacio de Tierras Agustín Ramírez – Red de Organizaciones Comunitarias Monseñor Enrique Angelelli se acompañó a las familias de las personas detenidas y del joven internado, pero además se asumirá el acompañamiento del grupo de familias necesitadas en la búsqueda de un lugar dónde vivir.
En la semana próxima se realizará una reunión con las familias y se solicitará al municipio la puesta en marcha de una mesa de diálogo en la que es necesaria la presencia de la justicia para buscar alternativas a la represión frente al conflicto social.
