La aparición del cadáver de un hombre de 33 años con un tiro en la cabeza, en una zona donde se regentea el menudueo de la droga, abre una serie de interrogantes.
Calle Portela y Arroyo Las Piedras. Zona de máxima pobreza. Zona de casas humildes levantadas en tierras inundables. Zona con mucho movimiento al caer la noche por el negocio del narcomenudeo. Justo en esa zona el sábado por la noche habría decidido terminar con su vida E.I, de 33 años, vecina del barrio Villa Argentina. Al menos eso dicen los investigadores. El caso se trataría de un suicidio y no de una muerte con huellas en los transas del lugar. Para la policía es menos complicado tener un suicidado que un asesinado por los transas.
Pasadas las 13 horas del mediodía de ayer se hizo presente en el lugar la policía, por un alerta al 911. «Hay un hombre tirado en el campo y no parece que esté durmiendo», dijo una voz al teléfono de emergencias. Cuando llegó el patrullero un grupo de personas rodeaba el cuerpo. El muerto, que vestía un pantalón corto del tipo short de color negro y una campera roja, no tenía documentación entre las prendas. Tampoco celular. Conservaba las zapatillas, que en estos casos es lo primero que desaparece.
«Es un suicidio», dijo un oficial de la policía al descubrir un orificio detrás de la oreja derecha. «Por acá se dio el balazo», agregó otro uniformado.
El alerta llegó a los peritos, tras la comunicación hecha al fiscal de turno. En un círculo a la redonda de 5 metros, no fue allanada arma de fuego alguna. Si el arma quedó en el lugar, se la llevaron los curiosos, al igual que los efectos personales de E.I.
Horas más tarde se conoció una versión particular de la suerte que corriera el extinto. Desde la Comisaría 2da, con sede en Km 26, se hizo saber que el sábado se presentó el ahora hombre muerto para autodenunciarse. Dijo que vivía con su mujer y ésta con su hija adolescente. El atribulado hombre indicó que había abusado sexualmente de la jovencita por lo que ésta quedó embarazada y en los próximos días daría a luz. El atribulado abusador esperó en vano que lo esposaran para quedar detenido. La policía indicó que se hizo contacto con la Fiscalía Temática Nº 8 de Delitos contra la Sexualidad. El hombre esperó durante la tarde del sábado que la fiscalía hiciera consultas. Esas consultas llegaron hasta la pareja y la joven embarazada. Ambas mujeres afirmaron a los auxiliares de la justicia que la relación fue consentida y no fue abuso sexual. La menor declinó en formular una denuncia contra quien la embarazó y esperaba en la comisaría su detención. El hombre tendría un alto cargo de culpa.
Ya caída la tarde, en la comisaría se le comunicó que la Fiscalía decidió que no había motivos para detenerlo. Se labró un acta y tras la firma, el hombre que quería pasar los días en un calabozo para poder pagar la culpa que sentía, se tuvo que retirar. Vale decir que ésta es la versión de los hechos que dio la policía.
Como se dijera al comienzo de la crónica, el lugar de los hechos un desfiladero de consumidores que van en busca de los transas. ¿Se pudo haber suicidado en ese lugar E.I. ? ¿ O fue descartado en ese lugar por quien le diera muerte? Las perecidas habrán de determinar si el occiso se disparó un balazo en la cabeza o se lo dispararon.
Los hechos que relata la policía sucedieron. El embarazo a punto de dar a luz de la adolescente existe. La pareja del presunto suicida también. Lo que no queda claro es el modo en que E.I, perdió la vida. Puede haber sido por una fuerte depresión, potenciada por el sentido de culpa, que desembocó en el suicidio o un asesinato cuando alguien le disparó detrás de la oreja a E.I.