Semanas atrás, en las redes de madres y padres de alumnos del Instituto San Juan Bautista comenzó a circular una flyer que daba una buena nueva: se crea la Unión de Padres del colegio.
La carta que llegó a Varela al Día dando cuenta sobre la particular medida, que se publicó en Instagram, dice:
Sin dar demasiados detalles y trascendiendo de manera informal la novedad -otra vez, no se utilizó el cuaderno de comunicaciones oficial y obligatorio, hecho en impresiones blanco y negro que cuesta $800-, se conoció que la iniciativa tiene entre sus fundadores a docentes que tienen alumnos en el aún prestigioso establecimiento educativo.
No se informaron acciones, proyectos, voluntades ni invitaciones a formar parte de la unión de padres, sólo que la noble entidad fue creada para trabajar por los alumnos.
En tiempos en que la participación colectiva y solidaria es un bien escaso, a priori, se aplaudió la idea, a la espera de novedades.
Sin embargo, nunca mejor dicho «cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía: las más de mil familias que conforman la comunidad educativa del «San Juan» descubrieron con desagrado el primer paso dado por los cuatro docentes «unidos»: en la factura de la cuota mensual de este mes, además del aumento anticipado, se agregó un ítem: «Unión de Padres», a un costo de 355 pesos por alumno. Si, la unión de padres o cooperadora escolar, dejó su naturaleza desinteresada, para convertirse en un concepto más de los tantos que engrosan la lista de la factura mensual.
Sin conocerse lo realizado hasta el momento, el cuarteto de docentes -que ya percibe ingresos en el colegio para «trabajar por los alumnos»- hará una extraordinaria recaudación compulsiva e inconsulta.
Sería una ofensa para todo fiel del Santo Patrono, pedirle transparencia a Dios, pero el Obispo o los directivos ¿podrían dar alguna explicación de la extrañísima situación que hoy conmueve e indigna a centenares de padres?
¿Están permitidas este tipo de maniobras por el Consejo Escolar o instituciones educativas que deben velar por el buen funcionamiento de los establecimientos escolares públicos y privados?
Alguno podrá ir a quejarse Defensa del Consumidor, pero eso sería sostener que es la del colegio con los padres es una relación comercial y no educativa. ¿O en definitiva es comercial el servicio de que brinda el obispado en sus colegios? Quizá haya novedades al respecto en los próximos días.
(N. de R: Consultado un vecino que tiene a su hijo en el Instituto San Juan Bautista se preguntó: “¿Por qué nunca los directores del colegio o los responsables de Educación del Obispado dan la cara? Estamos hablando de un colegio religioso que debe dar el ejemplo de transparencia y educar sobre el particular. Acá no hay límites y no se rinde explicación. A lo mejor está reglamentado y se desconoce. Y si asi fuera, ¿qué le costaba al Obispo enviar una carta a los padres donde diga que están pasado dificultades económicas y vamos a cobrar este nuevo rubro? Esto se hizo sin preguntar. Hablamos de un colegio subvencionado por el Estado provincial. ¿Adónde va toda la plata?. Y la Unión de Padres está conformada por docentes del colegio. ¿Qué autoridad tendrán para representar a los padres ante los directivos, los que son sus propios empleadores?)
