Para aquellos que expresan su desagrado hacia el Presidente de la Nación, Dr. Javier Milei, quizá para algunos sea importante reflexionar sobre qué aspectos de su persona les desagradan. Para Dios, la cuestión no se trata de nuestro gusto personal, de nuestro paladar, sino de lo que Él ha establecido en Su providencia. Cuando nos dejamos llevar por opiniones negativas, corremos el riesgo de hablar mal de él, lo cual puede obstaculizar la obra de Dios. En lugar de criticar a quienes están en posiciones de liderazgo y que no son corruptos como el Dr. Milei, deberíamos orar por ellos y bendecirlos.
El Presidente Javier Milei, en gran parte de su gestión de gobierno, ha impulsado una transformación profunda de la economía argentina, logrando avances significativos en la lucha contra la inflación y el desorden fiscal. Con la implementación de un plan de estabilización basado en el déficit cero, emisión monetaria cero y un ajuste histórico del Estado, el país ha comenzado a experimentar una disminución sostenida de la inflación.
Por ejemplo, los logros de esa gestión fueron, que se evitó una hiperinflación. Se logró una baja histórica de la inflación. Apertura comercial internacional. Reducción del gasto político y público. Suspensión de la pauta oficial. Nueva doctrina de seguridad. Se terminaron los gerentes de la pobreza. Eliminación de planes sociales truchos. Déficit cero. Volvió el crédito hipotecario y los créditos personales y para la industria y el comercio. Baja histórica del riesgo país. Crecimiento económico genuino. Aprobación Ley Bases. RIGI, desregulación de la economía, etc.
Los cristianos evangélicos, y los cristianos en general, así como incluso los ateos, debemos dejar de lado nuestras opiniones personales y permitir que Dios use al Presidente Milei, en lugar de que Satanás aproveche nuestras quejas y críticas para desacreditarlo. Dios no se preocupó por la naturaleza del rey Ciro de Persia; lo usó para bendecir a Israel y restaurar Jerusalén. Si a Dios no le importó quién era Ciro, ¿por qué deberíamos preocuparnos por quién es Milei, a quien Dios ha puesto como nuestro presidente? Este 26 de octubre, lo ratificó a través de nosotros. ¿Quiénes somos nosotros para criticar al Dr. Javier Milei, quien está siendo usado por Dios, al igual que otros líderes como Trump, Bukele, Meloni e Isabel Díaz Ayuso, y a otros, incluso a nosotros, que siendo pastores y ministros de Dios, también tenemos cosas que son reprochables, porque aún no somos perfecto como el Señor Jesús, y es más, a veces exageramos nuestra imperfección y la ratificamos, en vez de cambiar.
Es fundamental que ahora apoyemos al Presidente Dr. Javier Milei, especialmente nosotros, los cristianos evangélicos. Debemos posicionarnos del lado de las personas honestas y no de los corruptos, quienes han llevado al país al borde de la quiebra y han permitido el avance del narcotráfico, de la inseguridad, los sueldos de hambre, del 54% de pobreza, una inflación de más del 250% anual, el aborto, la ideología de género, el matrimonio igualitario, el Halloween, así como la deshonra a las fuerzas armadas, de seguridad y policiales; la complicidad con los fallos de la justicia corrupta. En resumen, han traído toda clase de males sobre nuestro país y la región.
Oremos y bendigamos al gobierno del Presidente Dr. Javier Milei, tal como nuestro Padre Dios y el mismo Señor Jesús nos ordenan a orar y bendecir a quienes están en eminencia. Esto también implica brindar nuestro apoyo activo en nuestros barrios, ciudades, y, si es necesario, ocupar puestos en el gobierno. Debemos hacerlo sin buscar nuestro beneficio personal, sino en pro del bienestar de todos, aun a costa de nuestros sacrificios. Sabemos que el amor es sacrificial, y nuestra patria nos necesita, incluso si es necesario en términos económicos, ad honorem.
Sigamos el ejemplo del Señor Jesús, quien, a pesar de tener hambre, no utilizó Su poder en beneficio propio, no convirtiendo las piedras en pan, como muchos en nuestro país, han usado su poder en beneficio propio, enriqueciéndose mediante el robo y la corrupción, empobreciendo y hambreando al pueblo argentino.
Vuestro en Cristo Jesús, a quien sirvo desde mis mayores

Florencio Varela,
Rvdo. Dr. Martín Alvarez
Apóstol de Jesucristo