Los restos de Lautaro Morello fueron velados desde el lunes por la noche hasta ayer a las 10 de la mañana en la cochería Colonial, del Cruce Varela. La investigación está encaminada al hijo del comisario y su primo como autores del homicidio.

La Justicia avanza para resolver el macabro asesinato de Lautaro Morello, de 18 años, y la desaparición de Lucas Escalante, de 26. Ambos amigos salieron el viernes 9 de diciembre de sus casas, pero a los pocos minutos no se supo más nada de ellos. Aquella noche se trasportaban en un auto BMW, que luego fue hallado incendiado en La Plata. Finalmente, la semana pasada el cuerpo de Lautaro fue encontrado en Guernica, al costado de una ruta. La autopsia determinó que alguien lo había ahorcado hasta romperle el cuello y luego intentaron incendiarlo; y un estudio de ADN en las últimas horas confirmó su identidad.
Por el crimen ya hay dos detenidos. A la medianoche del mismo viernes en que fue encontrado el cuerpo de Lucas, la fiscal Mariana Dongiovanni logró el arresto Cristian Centurión, hijo de un importante comisario de la Policía Bonaerense, y a Maximiliano, su primo.
Los dos detenidos fueron acusados de asesinar a la víctima con alevosía y ensañamiento. Se cree que uno de ellos ahorcó a Lautaro hasta matarlo. También están sospechados de ser los encargados del incendio del cuerpo. De esto último pruebas contundentes. Se trata de dos videos de cámaras de seguridad de una estación de servicio de Florencio Varela, a los que accedió el portal de Infobae.
Según la reconstrucción realizada hasta ahora por la fiscal Dongiovanni, Lucas pasó a buscar a Lautaro el viernes 9 de diciembre por su casa a bordo de un BMW deportivo valuado en casi 30 mil dólares. Lautaro le dijo a la familia que iban a comprar gaseosas y volvían. Ahora se sabe que eso no era así.
En realidad, iban a ver a Cristian Centurión, el hijo del comisario de la Bonaerense, que ahora está detenido. ¿Cómo se sabe que ese era su destino?. Por dos pruebas claves. Primero, un testigo los vio en la zona y hasta recuerda que los dos chicos le preguntaron si sabía donde quedaba la casa de los Centurión. Y segundo porque la Justicia logró acceder a las cuentas de Instagram de Lucas y Lautaro.
El acceso fue posible porque los familiares lograron dar con las contraseñas. En la conversación entre ellos quedó claro que el destino era la casa de Centurión. ¿Por qué lo iban a ver? Para los investigadores hay un indicio fuerte. Lucas Escalante, antes de desaparecer, el envía un audio a otro amigo donde le dice «Vamos a lo de Cristian a buscar unos vales de nafta».
La fiscal Dongiovanni sospecha que, detrás del crimen de Lautaro y la, por ahora, desaparición de Lucas, se esconde un posible negocio sucio con los vales de combustible que la Bonaerense recibe para cargar los tanques de los patrulleros. Sin embargo, el mecanismo de ese supuesto manejo espurio está todavía en investigación.
Lautaro y Lucas desaparecieron cerca de las 22.30 del viernes 9. Sus teléfonos dejaron de emitir señal a esa hora. Cuando los familiares recién comenzaban a preocuparte, se dio una situación que quedó registrada en cámaras de seguridad que fueron recolectadas.

Exactamente a las 00.30 ya del sábado 10 de diciembre, un Peugeot 208 se acercó a una estación de servicio YPF ubicada en Florencio Varela. En la secuencia se ve como el conductor saca un bidón de nafta y le pide al playero que se lo llene. Así sucede y luego el vehículo se va. La acción quedó registrada en dos cámaras diferentes.
La investigación determinó que el Peugeot 208 era manejado por el propio Cristian Centurión, hijo del comisario. Gracias a un zoom digital se determinó que él es quien pide que le carguen nafta. Este dato se ata a dos hechos cruciales. El BMW de Lucas Escalante fue encontrado tras un incendio en La Plata y el cuerpo de Lautaro semi incendiado hallado una semana después.
Más datos sobre el vehículo que se ve en la filmación. Pertenece a la ex mujer del comisario y madre de Cristian Centurión. Al momento en ser secuestrado por la DDI de Quilmes, el coche estaba completamente tuneado. Alguien había intentado cambiar su aspecto. Sin embargo, fue reconocido por la patente.
Mientras tanto, el cuerpo de Lautaro ya fue identificado oficialmente. En un primer momento el reconocimiento se habia dado por un familiar, sin embargo ahora se realizó de manera científica mediante sus huellas dactilares. Ahora restan saber los detalles de lo que esconde esta trama y , sobre todo, dar con el paradero de Lucas Escalante, que sigue sin aparecer.

UN CONFLICTO
Los investigadores quieren determinar si el combustible fue usado para incendiar el auto BMW color azul en el que habían salido. «El auto está quemado por alguien que sabe como hacerlo. De adentro hacia afuera para quemar huellas y con suficiente combustible para dejarlo irreconocible al vehículo», señalaron.
Se cree que los dos detenidos como su primo tenían algún conflicto con Lautaro y Lucas. Fuentes judiciales comentaron que el auto de los chicos se vio, en videos de cámaras de seguridad, en la puerta de la vivienda del comisario mayor y a Cristian Centurión, «cuando le preguntaron si los había visto esa noche, el joven de 24 años, que estudia en la escuela de oficiales de la policía bonaerense Juan Vucetich, aseguró que no estuvo con ellos».
Los familiares de Lautaro Morello denunciaron haber recibido amenazas al igual que su abogado, Carlos Dieguez. «Me hicieron una videollamada en la que me iban como grabando cuando salí anoche del domicilio de Lautaro y me siguió un auto negro y una moto. Otra mañana, el mismo auto y la misma moto de alta cilindrada, sin patente, se pararon en el domicilio de mi hija», declaró el letrado.
Y agregó: «No es por mí, es por la familia, están pasando vehículos raros y a una tía que trabaja en la fuerza como oficial y no tiene nada que ver con nada la están amedrentando, amenazando». Por eso, además de solicitar protección, también pidió que la Policía Bonaerense sea apartada de la investigación y que se hagan cargo Policía Federal o Gendarmería.
Mientras tanto, sigue la búsqueda de Lucas, por quien aún no hay rastros. Hilario, su padre, declaró a la prensa: «Hace 32 años estoy en Florencio Varela, todos son amigos, ¿por qué se dice que estoy escondido? Yo me dedico a la construcción acá en la zona. No tengo ningún roce con ningún colega, no creo que tengan quejas de mi».

Con datos de Infobae/Clarín