En estas últimas semanas hemos presenciado una serie de actos vandálicos sobre los edificios escolares de nuestro Distrito.
Es difícil entender el porqué de estos hechos, el porqué de cierto ensañamiento con edificios que pertenecen a la Comunidad, que le pertenecen a nuestros chicos y chicas, a los que hoy están en las escuelas y a los que en el futuro van a llenar las aulas para educarse y ser hombres y mujeres que puedan tomar sus propias decisiones y así poder definir sus destinos.
Hemos avanzado mucho a lo largo de esta gestión respecto de las necesidades edilicias, creación de Jardines de Infantes, refacción de edificios de escuelas primarias y secundarias, avances que debemos como sociedad proteger en virtud de los derechos que tienen nuestros chicos y chicas a estudiar.
Cada acto vandálico implica el necesario gasto de presupuesto en arreglos, presupuesto que debería ser gastado en reformas de mejora, tan importantes para el cuidado de edificios escolares como instalaciones de gas, sistema eléctrico y otros. Pero no solo el daño es estructural, sino que también se afecta a la cotidianidad institucional desde sus dimensiones pedagógica y sociocomunitaria.
Este Consejo Escolar acompaña directamente a directivos, docentes, auxiliares y familias, gestionando las posibles soluciones, además de hacer oír fuertemente su voz para que este tipo de situaciones no continúen.
Agradecemos la colaboración de las instancias municipales que siempre están presentes, teniendo como objetivo la defensa de la Escuela Pública y la continuidad del proceso de enseñanza y aprendizaje en nuestras escuelas.