La pérdida de poder adquisitivo de los sectores medios es aún mayor a la de la crisis del 2001 y provoca una baja drástica en la compra de alimentos y bebidas, y frena la economía.
(NA) La Argentina está en recesión con una inflación del 20% mensual, que el INDEC oficializaría este miércoles cuando difunda el índice de precios.
La pérdida del poder adquisitivo de la mayoría de la población impacta sobre los niveles de consumo masivo, con bajas superiores al 10 por ciento en las ventas de los supermercados.
Según la consultora Scentia, la baja en los centros de venta se consolida a medida que avanza febrero, por el fuerte sacudó que la disparada de precios provocó en los ingresos de sectores medios, los que suelen mover el consumo masivo.
El poder adquisitivo perdió entre un 50% y un 80% de acuerdo con el sector medio que se trate y cuál sea su canasta de consumo.
La CAME (cámara de las pequeñas empresas y comercios) informó que el nivel de las ventas de esos negocios cayeron 28,5% en enero.
La baja del consumo se da en el marco de una inflación persistente, y en ascenso, tras el shock inflacionario de diciembre (25,5%) y enero, que habría rondado el 20%, de acuerdo a las últimas estimaciones de las consultoras económicas.
En su último informe a los clientes, la consultora 1816 recopiló una serie de datos sobre la economía real. Todos en rojo, negativos, en relación al comienzo del año 2023.
La nómina incluye desde ventas de autos y motos, despachos de cemento, ventas de insumos para la construcción, ventas minoristas y la recaudación de impuesto al cheque: «todo cae entre 15% y 30% interanual», resume el reporte de la consultora.
El informe de 1816 destaca que las ventas de alimentos en los pequeños comercios cayeron 37,1% interanual en el mes de enero. En este caso -a diferencia de Scentia- la medición no es en volumen de productos en venta sino respecto de la facturación de los negocios deflactado por el índice de precios.
«Algo no visto ni siquiera durante la pandemia», afirma la consultora para dar cuenta de la gravedad del momento.
El mismo informe da cuenta de la fuerte caída en el poder de compra de los asalariados, clave para explicar la súbita tendencia negativa tanto en las grandes cadenas de supermercados como en los pequeños comercios.
«El salario real de los trabajadores privados registrados tuvo en diciembre la mayor caída mensual en al menos 30 años y es muy probable que en enero los sueldos hayan alcanzado un nivel más bajo que el de la crisis de 2001», señaló el reporte.
El salario promedio del sector privado, actualmente en torno de los u$s 400, se encuentra en niveles parecidos a los que mostraba en 2002, tras la explosión de la convertibilidad.