Un caso que aún no tiene solución. Un vecino indigente que espera su cristiana sepultura en la Morgue de Ezpeleta. Un hecho que demuestra la vigencia, como nunca, de la burocracia policial, judicial y municipal.
Los hechos que habremos de relatar sacan a la luz que los vecinos solidarios a veces pueden quedar mal parado ante la burocracia del Estado que no está presente.
Hugo Antonio Sandoval, nacido el 9 de Agosto de 1960, se afincaba desde hace 15 años en una humilde casa ubicada en la calle Remedios de Escalada 2156 del barrio Presidente Sarmiento. Sandoval era un indigente, que se alimentaba, como tantos otros varelenses, en el comedor de la Medallla Milagrosa. Todos los días caminaba unas 10 cuadras de ida y otras de vuelta, por la avenida Senzabello, para hacerse de un plato de comida.
La semana pasada Sandoval no concurrió al comedor de la Medalla Milagrosa. El jueves por la tarde, un día después de su cumpleaños Nº 63, desde el comedor se hicieron presentes dos vecinas con un tupper con comida. Golpearon las manos y Sandoval no respondió. Se acercaron a una ventana sin vidrios y vieron que en una cama había alguien tapado con una frazada. Sospechando lo peor dieron aviso a la policía. El vecino lindero, Mario Cisneros, de 60 años, salió de su casa para conocer la suerte de Don Sandoval. Estaba muerto. Un infarto agudo, producto de una miocardiopatia dilatada, había terminado con su vida, reveló la autopsia.
La policía preguntó a los curiosos si alguien conocía familiares de Don Sandoval. Cisneros dijo saber que no tenía familiares. Ayer se lamentaba de haber hablado.
Desde el jueves pasado a las 16 horas, Cisneros anda de acá para allá buscando que alguien se haga cargo del muerto.
En la seccional Tercera de la policía de Florencio Varela le entregaron una constancia en la se lee la entrega del cuerpo a su persona para que lé de supultura. «Si mi vecino era indigente, no yo estoy muy lejos con la difícil situación que se vive», se lamentó Cisneros ayer ante VaD.
El lunes el vecino solidario se acercó a una cochería donde le dijeron que vaya al cementerio de Florencio Varela para que retiren el cuerpo de la Morgue y le den sepultura. Pero, como siempre hay un pero, surgió un problemita: El DNI de Sandoval, en poder del Cisneros, junto al Certificado de Defunción, da cuenta que el muerto tenía domicilio en la calle No me Olvides (vaya paradoja) Nº 6290 de Claypole. En el cementerio varelense le dijeron a Cisneros que vaya a Claypole para pedir el sepelio. El vecino informó la novedad a la Comisaría Tercera. La Comisaría dio parte a la Fiscal Vicco, titular de la Fiscalía Nº 4, que tramita una causa por averiguación de causales de muerte. La fiscal informó a los policías que habría de llamar ella en persona al cementerio para que le den sepultura a Sandoval. A Cisneros le dieron la mano en la comisaría y lo invitaron a que espere el llamado de la fiscal para entregar la documentación.
El vecino nunca recibió el llamado de la Fiscal, lo hizo ayer un ayudante que le dijo: «Busque tres vecinos que certifiquen que Sandoval vivía en la casa donde murió y vayan al Juzgado de Paz. La harán un acta y la llevan al cementerio»
Para entonces Cisneros se preguntaba si era asistente social de la Justicia, de la Municipalidad o de la Justicia.
Dos horas después del llamado Judicial el mismo mensaje llegó desde Desarrollo Social de la Municipalidad de Florencio Varela. «Busque tres vecinos y vaya al Juzgado de Paz…» Cisneros estalló como Milei cuando le discuten de economía. Se fue molesto a la comisaría y alli le dijeron, para sacarse el tema de encima, que no joda más porque a Sandoval ya lo habían enterrado. Algo que no es verdad porque en su poder aun tiene el DNI y el Certificado de Defunción.
“Yo no puedo hacer el trabajo de un asistente social. Ellos tienen que hacerse cargo. La Policía se tiene que hacer cargo. A la Justicia no le interesa”, dijo el vecino.
El cuerpo de Hugo Sandoval espera en la Morgue de Ezpeleta, que alguien se haga cargo.