La cesión de 140 hectáreas de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), que dirige a nivel nacional Juan Grabois, con el fin de dar impulso a un proyecto de producción agroecológica sustentable, abrió un nuevo escándalo por el dinero que reciben los piqueteros de los contribuyentes a través del Estado nacional y provincial, supuestamente para combatir la pobreza que se acerca poco a poco al 50%.
Durante la tarde-noche del lunes 27 de marzo, luego de un fin de semana de tensión en El Marquesado -Partido de General Pueyrredón, km 551, RP N°11- se filtró la denuncia que realizó el intendente Guillermo Montenegro en la Justicia Federal para impugnar dicha cesión.
Allí se constató qu e previo al arribar los piqueteros había un sereno, quien declaró en calidad de testigo que le ofrecieron $1.500.000 para que se retirara del lugar. ¿Indemnización o corrupción? ¿Qué hacen los piqueteros con tanto dinero y por qué lo usan para ‘comprar’ voluntades?
El hombre se identificó como Luis Boni, de 67 años, empleado de la Fundación de la Justicia Social, encargado de cuidar y mantener el campo ubicado en el kilómetro 551 de la ruta provincial 11, percibiendo haberes mensuales para tal fin desde el 17 de enero de 2010.
«Días atrás se hizo presente en el campo la abogada Gabriela Capineti, acompañada por cinco personas, entre ellos Santucho Marco, quienes referían que tenían la posesión del campo y le ofrecieron que se quedara y que se le iba a dar una percepción mayor, ya que le estaban pagando una mensualidad muy baja, por la suma de $30.000 y que le iban a pagar una suma mayor de $80.000», comenzó el relato del hombre ante la Justicia al que accedió Urgente24 por difusión del oficialismo marplatense.
«Luego de 10 días posteriores, recibe un llamado telefónico por parte de la Sra. Gabriela Capineti, quien le refiere que no lo podían tener en el campo y que debía abandonar el lugar, ofreciendo pagar por los animales y las mejoras de la casa, donde llegaron a un acuerdo conveniente en ese momento. Transcurrieron los días y la situación llegó a nada y en el día de la fecha, siendo las 10 aproximadamente, sale de la vivienda porque escuchó una camioneta y es ahí donde ve unas 50 personas haciendo fogata dentro del campo, y se le acerca la abogada diciendo que tenía hasta el mediodía para abandonar el lugar», sigue la declaración testimonial.