( Por el Dr. Sattar Jamshidpour)
Con apenas 45 días de gobierno, el Presidente Milei experimentó su primer desafío por parte de la oposición, encabezada por la CGT y alineados.
Según un estudio de la Universidad de Austral, desde la llegada de la democracia hace 40 años, hubieron 42 Paros generales dentro de 10 mandatos presidenciales. De los cuales siete, fueron gestiones peronistas y las tres restantes de otro tinte político.
Ricardo Alfonsín con 13 Paros generales queda en el podio número uno, le siguen Carlos Menem y Fernando de La Rúa cada uno con 8, Cristina Fernández y Mauricio Macri 5, Eduardo Dualde 2 y Néstor Kirchner 1 paro general. Durante la gestión de Alberto Fernando no hubo ningún paro general.
Los mandatos no peronistas, con 26 paros, acumularon el 62% del total de los paros, un 8,67% por gestión. En cambio, los peronistas, sufrieron 16 paros.
El Miércoles 24 de Enero de 2024, se puso en marcha el Paro General número 43 reclamando desajustes y mejoría de la economía casera.Según la CGT, un millón quinientas mil personas adhieren al paro y la policía Federal calculó que 80.000 personas en la ciudad de Bs.As se manifestaron.
Los líderes políticos,a través de los medios de comunicación y sus redes sociales, se cruzaron y aumentaron la temperatura del acontecimiento. Facundo Moyano, en una declaración televisiva, dijo que este paro lo deberíamos haber hecho hace 2 años. Su hermano mayor Pablo Moyano, el dirigente camionero y el primer orador del acto de 24 de Enero, hizo referencia al ministro de economía y expresó “Lo van llevar en andas, pero para tirarlo al Riachuelo”
El oficialismo, por su parte, a través de distintos funcionarios, criticaron la movilización. Adorni, el vocero presidencial dijo: “el paro complica y es una pérdida de dinero”. Patricia Bullrich, la ministra de seguridad de la Nación, calificó a los sindicatos como mafiosos y gerentes de la pobreza, jueces cómplices y políticos corruptos. La canciller Mondino, trató a los líderes de la CGT de oligarcas millonarios con autos blindados y chófer, falsos representantes de los trabajadores.
Artillería pesada y acusaciones entre el oficialismo y la oposición toma su máxima tensión. El oficialismo, ratificó su postura sobre el plan económico, a no ceder con las medidas tomadas.
Todo indica que no habrá diálogo y que el primer paro contra el gobierno de Milei, no es el último. El Paro de 24 de Enero sirvió para tantear dónde están parados cada uno.
Hay desesperación, agitación social especialmente entre las clases vulnerables. Nada está claro. Javier Milei desde su campaña electoral apostó a un plan económico de mediano y largo plazo.Nunca dijo que hará inmediatamente.
Por lo menos, hasta que el gobierno no reciba un reembolso del FMI y los impuestos a la exportaciones de granos, no habrá señales de que cambie la situación.
Eso que anuncia el presidente Milei, respecto a la disminución de la inflación, es meramente una táctica y no es como dice él. En realidad, no bajó la inflación sino que aumentó la recesión. Hay hambre y mucha hambre. Ya no estamos hablando del bienestar social, de la salud y de la educación. Estamos hablando del pan de cada día.
El gran error del plan de ajuste de Milei, es que está haciendo una cirugía mayor sin anestesia. Debería ser un ajuste ordenado y gradual. Cada paro general produce pérdida de millones de dólares en una economía en coma.
Ya el fuego no está por debajo de la ceniza, hay llamas que pueden producir quemaduras irreversibles. El diálogo por ahora es la única opción.