La Clínica Santa Clara lleva en su historial una larga serie de denuncias iniciadas en el marco de la ejecución de la mala praxis. Varios vecinos han denunciado estos sucesos, pero nada se ha hecho para que el espacio funcione en condiciones. Es más: hasta sus trabajadores denunciaron graves irregularidades. Con todo, el PAMI no toma cartas en el asunto y como mínimo debería fijar una posición ante la variedad de denuncias penales presentadas por familiares de fallecidos en las fiscalías de Florencio Varela, donde también vale decír que las causas no avanzan, como así lo indicaron los familiares de pacientes que pasaron por el centro de salud ubicado en el corazón del barrio de Villa Vatteone.
La Clínica Santa Clara, forma parte del grupo Basa Salud, la cual es prestadora de PAMI, quien en la mayoría de casos deriva a personas afiliadas a este espacio. Aun conociendo la reputación que maneja la sucursal ubicada en la región. «Mi papá comenzó en mayo a sentirse mal, llamamos a una ambulancia del PAMI, donde los médicos nos dijeron que teníamos que internarlo, porque tenía una bronquitis mal curada», comentó Gabriela Tokumori, hija del paciente fallecido en la clínica.
Asimismo, manifestó: «Nosotros sabíamos que la Santa Clara tenía mala reputación, pero por la gravedad de los síntomas y el estado de mi padre, decidimos llevarlo ahí por la cercanía». De esta manera, la familia trasladó a su padre el día 12 de mayo, donde quedó internado por presentar agua en los pulmones; después de casi 10 horas esperando los estudios y resultados, fueron trasladados a sala, donde debieron esperar unas cuantas horas más, aseguró la mujer. Como así también, detalló que durante toda su estadía, su padre siempre estuvo bien y estable.
Denuncia del hecho ante la comisaria.
Por otro lado, Gabriela comentó que el día 17 de ese mes, a su padre le habían hecho dos transfusiones de sangre, puesto que según los médicos él tenía bajos los glóbulos rojos. Entre tanto denunció: «En esa clínica a lo primero que atinan es a medicar». Por otro lado, la mujer recordó que, durante el tiempo en que su padre estuvo internado, ella no notaba mejoras, alegando que el día 17, el paciente comienza a escupir sangre, a lo que las enfermeras le dijeron que: «de eso se encargaba la doctora».
Llegando el día 19, mientras su padre era cuidado por su sobrino, este le notifica que su padre iba a ser trasladado (sin ningún motivo) a terapia intensiva. «Llegue dos minutos antes de que se realizara el traslado, mientras escuchaba a mi papá pedir por mí, mientras que los médicos no me dejaba pasar a la habitación», comento Gabriela y añadió : «Me sacaron a las patadas de ahí, no me dejaron hablar con él, lo único que me dijeron era que se lo llevaban por falta de oxígeno y que su sangre no circulaba en su cuerpo; porque según ellos, él estaba completamente negro del cuello para abajo, pero yo le veía las manos y los brazos, y estaba como cualquier otra persona».
La inyección mal suministrada.
Tokumori aseveró: «Después de esperar 10 horas, me dan la noticia de que lo logran estabilizar y me dejaron pasar a verlo por cinco minutos»
«Veo a mi papá en terapia intensiva, estaba todo golpeado, la habían desnudado, mientras me pedía que por favor, que me lo lleve ahí, porque le estaban inyectando muchas cosas que ni él sabía para qué eran y me decía insistentemente que lo estaban matando».
Tras varias horas de espera recibió el primer diagnóstico médico, en el cual le decían que su cuerpo, lo único que priorizaba era dar sangre a su cerebro y a su corazón. «En otro resultado, le comentaron que sus riñones fallaron, eso era mentira porque mi papa hasta el último momento estaba bien y seguían dando diagnóstico, uno atrás del otro, los cuales no concordaban con nada», explicó.
Asimismo, comentó que durante toda la estadía que pasó dentro de la Clínica Santa Clara, poco hicieron para salvar a su padre. Puesto que, según los especialistas durante todo ese tiempo solo le hicieron dos placas, una cuando ingresó y otra poco antes de morir. Entre tanto, los directivos del centro jamás se hicieron presentes, solo enviaron a una médica a hablar con la familia, pero pocas explicaciones dio. «»Nunca nos dijeron que medicamentos les estaban dando, solo hablaron de los procedimientos, pero nada conciso», comentó.
Tras todo lo que pasó, otro médico evaluó la salud del hombre, en el cual se notaron una serie de irregularidades. «Otro médico nos comentó que mi papá presentaba fallos en los riñones, provocados porque recuperaron el principio de neumonía que el tenía, provocándole un agrandamiento de corazón, pero jamás nos explicaron por qué fallaron los riñones», exclamó entre lágrimas Gabriela y detalló: «Al pasar esto, se inflaron sus pulmones y le agrandaron su corazón, al pasar esto ya que él contaba con una patología cardíaca, lo que hicieron es obstruir la válvula que daba más sangre a todo el cuerpo».
Por otro lado, detallaron que la neumonía nunca fue curada y que solo era cuestión de tiempo, para que sufriera un paro cardiorrespiratorio. «Luego de darnos el último parte, mis sobrinos que son estudiantes de medicina, comenzaron a hacer preguntas a lo que ellos resolvieron cambiar todos los diagnósticos», denunció y comentó: «De ahí me dijeron que tuvo una falla multiorgánica y que su corazón estaba muy débil».
Gabriela intentó llevarse a su padre de esa clínica, por lo que el pasado viernes se presentó ante la comisaría y realizó la denuncia, también aseguró que el lunes se reunía con su abogado para comenzar el trámite legal para derivarlo a otro centro de salud. «Ahí me decían que él estaba delicado y que era muy riesgoso trasladarlo, puesto que podía morir durante el traslado, era evidente que trataban de asustarme», cerró
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