(Por Agencia La Barriada)
Cuando se conoció la noticia del asesinato de Paloma y Josué la Jefatura Distrital de Florencio Varela, a cargo de Edgardo Perdiguero, pretendió instalar la hipótesis de que tan macabro crimen fue producto de un simple robo realizado por dos personas del barrio en situación de calle. A días del asesinato, la policía bonaerense fue apartada de la investigación.
La familia de Josué Salvatierra a través de su abogado, el Doctor Carlos Dieguez, solicitó que sea apartada de la investigación la Policía Bonaerense porque una vez más hay serias sospechas de su accionar, tanto en los días previos al asesinato como en sus hipótesis de los responsables por lo que la investigación quedará en manos de la Policía Federal.
El Titular de Fiscalía N° 5, Hernán Bustos Rivas un ex policía bonaerense que luego del crimen le decía a quien quisiera escucharlo «que confíaba en la Policía Bonaerense y siempre trabajó muy bien con ella», ante el pedido de separación de la misma (realizada por el Dr Dieguez, tardó 24 minutos en sacar a la bonaerense de la investigación .
En su resolución dictada el viernes 7 de febrero estableció que se notifique a la Policía Bonaerense, a la Delegación de Investigaciones Departamental (DDI) a la Subdelegación de la Dirección Investigaciones (SUBDDI) de Varela y a la Dirección de Cibercrimen Región AMBA SUR III y quedó a cargo la División Homicidios de la Policía Federal.
Las teorías de la bonaerense, de que fue un robo cometido por indigentes y luego los asesinaron no era un versión seria sino más bien una conocida práctica de la bonaerense de detener perejiles y crece la versión de que los responsables serían vendedores de drogas.
Mientras tanto, como si nada pasara, la policía bonaerense de Florencio Varela sigue a cargo del desastroso Jefe Distrital Edgardo Perdiguero que a esta altura nadie puede explicar por qué el gobierno municipal no exige su renuncia.

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El día de la desaparición la familia de Josué estuvo cuatro horas y media esperando ser atendida en la Comisaría 4ta a cargo del comisario Oviedo quien, según cuentan sus propios pares, no es lo mejor de la bonaerense.
Durante 8 días la policía bonaerense, el expolicía y actual fiscal de la investigación Hernán Bustos Rivas y el juez de garantías Marcelo Villagra tuvieron la investigación en sus manos hasta el 8 de febrero cuando la policía bonaerense fue apartada del caso. En ese tiempo ni la justicia ni la policía bonaerense impulsaron que se realice un relevamiento de evidencias en el predio, que además debido al escaso cuidado del lugar fue parcialmente quemado ¿una muestra de desidia o complicidad?
Una de las acciones realizadas por la Comisaría 4ta fue entrevistar a cuatro personas que por diferentes motivos están en situación de calle durmiendo en la estación Bosques, sin conseguir ninguna información.
Otra acción fue encontrar un testigo que manifestó ver que «una persona en bicicleta tiró una bolsa negra que contenía un celular sin chip», si el motivo sería el robo ¿por qué tirarlo días después?, pero además no sería el celular de Josué ni de Paloma.
La pista más importante fue aportada por el expolicía y abogado Edgard García, que al tener relaciones en Bosques tomó contacto con una mujer que le manifestó conocer a los dos autores de los hechos, los allanamientos según fuentes judiciales fueron negativos.

La investigación de la policía bonaerense comandada por el jefe distrital Edgardo Perdiguero, y el titular de la Comisaría 4ta, Oviedo, siguió el manual de las «malas investigaciones de la bonaerense»:
1) Demoras excesivas al momento de hacer la denuncia
2) Demoras para iniciar las búsquedas
3) Testigos que aportan datos, que el barrio denomina “perejiles”, con el perfil adecuado como antecedentes de estar preso, deterioro por adicciones y mala fama en el barrio
4) Un testigo que encuentra un celular que no sirve para la investigación
5) Una desidia enorme para cuidar el lugar de los hechos
Las similitudes con la investigación de Lautaro y Lucas son llamativas, pero podríamos poner muchos otros ejemplos.
El otro accionar llamativo es el del fiscal Bustos Rivas que decía a quien quisiera escucharlo que la policía bonaerense trabajó muy bien ¿en serio la labor de esos 8 días le puede parecer «buen trabajo”?
¿Por qué la policía bonaerense y el fiscal Bustos Rivas no cuidaron el predio de manera adecuada? ¿Por qué no solicitaron rápidamente el relevamiento de evidencias en el predio que se haría 11 días después por exigencia de la familia de Josué? ¿Por qué la policía bonaerense descarta que los crímenes puedan tener que ver con el narcomenudeo y que los chicos podrían haber visto algo que no tenían que ver si cientos de vecinos afirman que la venta de drogas era habitual en el lugar?
Una vez más las familias deben exigir acciones que la policía bonaerense y la justicia deberían haber puesto en marcha de modo inmediato.
Una vez más hay que esperar que la suerte ayude para encontrar evidencias en un campo parcialmente quemado que nadie cuido adecuadamente.
En Florencio Varela se acumulan los crímenes donde la policía bonaerense y algunos fiscales actúan con ineficacia o complicidad: Natalia Di Gallo, masacre de Senzabello, desaparición de Lucas Escalante y asesinato de Lautaro Morello, asesinato de Nahuel Sanabria, por solo mencionar algunos.
La policía bonaerense al octavo día de la investigación fue separada de la causa, la pregunta es ¿cuánto daño género en la investigación en ese tiempo?
Mientras tanto el jefe distrital, Edgardo Perdiguero, sigue en el cargo y lo mismo sucede con el titular de la Comisaría 4ta, el comisario Oviedo.
El intendente Watson, los concejales del PJ, de la Libertad Avanza y el PRO una vez más hacen un silencio atronador.