El presidente electo y el exmandatario se encontraron durante la tarde-noche del viernes en «un lugar neutral». El presidente electo le repitió que no hay más plata y que «hay que poner otros puntos en orden». Además profundizo el tema de los gobernadores que deben realizar un fuerte ajuste para poder abonar los salarios y el aguinaldo». Un ajuste que cae con mayor fuerza en los sectores más necesitados, asimismo enterró de forma definitiva uno de los eslóganes de su propia campaña: «Es imposible una Argentina distinta con los mismos de siempre». Ya que por un lado designo a un viejo conocido de la llamada casta política argentina. El exministro de Finanzas Luis Caputo, peso pesado del Gobierno de Mauricio Macri y con quien se amigó Javier Milei en la recta final de su campaña para la Presidencia. Caputo emitió deuda a 100 años y fue uno de los responsables del préstamo de 44.000 millones de dólares que el FMI otorgó al país. Llega también con dos causas judiciales en la mochila: una vinculada a una compañía en un paraíso fiscal y otra por el crédito de 44.000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional (FMI) concedió a Argentina hace cinco años. La Justicia investiga si existió «administración fraudulenta y defraudación contra la administración pública» con el crédito solicitado al FMI. Y por el otro a Patricia Bullrich quien tendrá en sus manos todo el poder de policía del Estado. Ya tenía Seguridad y este lunes se le sumó, vía Luis Petri, Defensa. Su nuevo perfil de «dama de hierro» quedó cristalizado luego de que el presidente electo definiera que el radical silvestre que acompañó la fórmula de la candidata de Juntos por el Cambio se sume al Ejecutivo. Desplazando a Victoria Villarroel, la vice que había querido para sí las dos carteras que controlan las distintas fuerzas armadas y de seguridad. Todo esto fomento un Misterioso encuentro entre Milei y Macri ante la duda de poder pagar los aguinaldos 2023.
Mario Carrera