A casi una semana de la derrota en las elecciones legislativas, Máximo Kirchner encabezó un acto en el Ateneo Néstor Kirchner (Alvarado entre Las Américas y Sargento Cabra) que reunió a la militancia de Florencio Varela, Berazategui y Quilmes. Frente a un peronismo convulsionado, llamó a reorganizar el espacio y reivindicó el legado de Néstor y Cristina Kirchner.
«Tenemos en la cabeza un país, tenemos en el corazón a nuestro pueblo. Vamos a dar la pelea, no se terminó nada», afirmó. Y reforzó: «Nadie se quiebra, nadie se rinde. Vamos para adelante».
Kirchner recordó que «de las derrotas también se construye» y aludió a los inicios políticos de su padre: «Cuando Néstor salió a caminar para presidente, medía dos puntos. Estamos mucho mejor que esos dos puntos».
Defensa cerrada a Cristina y críticas internas
El tramo más encendido de su discurso llegó cuando defendió a Cristina Kirchner, quien permanece con prisión domiciliaria tras la condena en la causa Vialidad. Máximo cuestionó con dureza a los dirigentes que la responsabilizan por el resultado electoral.
«Da vergüenza muchas veces, y mucho más en esta semana, cuando vi que algunos intentaban responsabilizar a la compañera Cristina del resultado electoral», lanzó. Y remarcó un sesgo de género: «Siempre son todos hombres echándole culpa a una mujer».
Luego elevó el tono: «¿Cómo puede ser entonces que algunos responsabilicen a la mujer que no puede salir de su casa, mientras los que pueden salir se esconden cuando los resultados salen mal?».
El jefe del PJ bonaerense aseguró que Cristina «las tres veces que fue en una boleta presidencial, las tres veces ganó», y destacó que «es firme, no se entrega, abre la boca y desde esa injusta prisión domiciliaria sigue con las herramientas que tiene a mano para explicarle a nuestra sociedad cuáles son los problemas que tenemos por delante».
También cuestionó a dirigentes que se tomaron descanso tras los comicios: «Vieron que ahora hay algunos compañeros que no los encontramos porque se fueron diez días a descansar, o siete porque pasaron las elecciones. Néstor no, Néstor no descansaba. Néstor encaraba, iba, iba».
Críticas a Milei, la reforma laboral y el FMI
Máximo Kirchner también apuntó al rumbo económico del Gobierno. Sostuvo que el modelo oficial «excluye y somete» a las mayorías trabajadoras y denunció que la reforma laboral busca «darle más poder al poder y que el débil sea más débil».
Además, cargó contra el Fondo Monetario Internacional y recordó la postura kirchnerista frente al acuerdo: «El día que el peronismo no peleó, el día que el peronismo no chistó, y ese acuerdo se votó, fue el principio del fin. Al país se lo cuida renglón por renglón».
«La excepción», afirmó, se dio cuando dirigentes aceptaron las condiciones del organismo sin dar la batalla política: «Si el Fondo está rompiendo la Argentina, está rompiendo las familias argentinas».
La economía y la fuga de capitales
El diputado citó datos del Banco Central para denunciar la salida de capitales: «En septiembre se formalizaron activos en el exterior por 6.000 millones de dólares. Esos activos que se van afuera son los ahorros y los salarios de los argentinos».
Según Kirchner, la caída del ingreso de los trabajadores tiene un destino claro: «No es que esos ingresos se desvanecen, se acumulan en pocas cabezas».
La sombra de la carta de Cristina
El discurso de Máximo se produjo días después de que Cristina Fernández de Kirchner publicara su documento «Elección 26 de octubre», donde criticó la estrategia electoral de Axel Kicillof y alertó sobre una «ofensiva para tratar de romper el peronismo».
La ex presidenta cuestionó el adelantamiento de elecciones bonaerenses y habló de un «error político». También denunció presiones externas y advirtió: «Es mi deber advertir que se viene una fuerte ofensiva para tratar de romper el peronismo y el campo nacional y popular».
En línea con ese mensaje, Máximo llamó a la militancia a no bajar los brazos: «A caminar, a construir, a organizar, a interpretar los sueños y anhelos de nuestro pueblo».