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«Masacre de Senzabello”: A 7 años de uno de los tantos crímenes impunes que aún sacuden a todo Florencio Varela
12/02/2024

(Por Agencia La Barriada)

El 11 de febrero del 2017, en la intersección de la calle Los Andes y Avenida Senzabello (la que muchos denominaron coloquialmente “LA ESQUINA MUERTE”), fueron brutalmente acribilladas 4 adolescentes que volvían de bailar y que aguardaban en la parada de colectivos. De ellas, Sabrina Barrientos y Denise Juárez resultaron asesinadas mientras que Némesis Núñez y Magalí Pineda fueron gravemente heridas y manteniendo secuelas de por vida por la veintena de balazos recibidos.

 

Hasta hoy, quien disparó no fue (o ¡¿no quiso ser?!) identificado por la (in) justicia como así tampoco lxs autores intelectuales de uno de los crímenes que se suma a la larga lista de casos impunes que crece, año tras año, en Florencio Varela. Estamos ante una masacre aberrante que contó, desde un comienzo, con complicidad policial, política y judicial que logró perpetuar la total falta de justicia en nuestra ciudad.

 

A las 4 jóvenes (de 15, 16 y 17 años) los múltiples disparos (ejecutados con siniestra crueldad y con una gran saña) las atravesaron juntas así como juntas se acompañaron en la caminata, de aquella madrugada de verano, por la céntrica avenida Senzabello y hacia la espera del paso del colectivo que las acercaría a la casa de una de ellas. De esa forma llegaron a esa esquina que sellaría el trágico final de dos de las amigas y la sentencia al aislamiento y a la permanencia en el anonimato obligado de las otras dos chicas sobrevivientes, pibas que comparten el miedo que provoca el tinte mafioso en el que se apoyó la concreción del crimen y el sello de impunidad e injusticia que rodeó siempre a las investigaciones.

 

Entre la vereda y el asfalto caliente de aquel 11 de febrero se desplomaron las 4 pibas, acompañadas y pasando a ocupar las crónicas policiales de uno de los hechos más oscuros que ocurrieron en nuestro distrito. Lo sucedido, sin dudas, destapó los hilos “¿invisibles?” de los negocios ilegales que se tejen en Varela y cómo son lxs más vulnerables quiénes  pasan a ser territorio de disputas de las tramas mafiosas locales.

 

¡Qué “mulas que se querían quedar con algo que no les correspondía”, qué “transas que sabían dónde se metían”, qué “correos humanos inexpertas”, qué “nenas reclutadas para el narcotráfico pero conscientes de lo que hacían”, qué “salían a bailar y consumir con mayores a cambio de regalos”,  qué “perejil 1, 2 y 3” responsables del ataque!. Se dijo de todo. Se ensució a las víctimas. Hubo fiscales inoperantes. Aparecieron abogadas pseudo- feministas que solo buscaban fama. La causa era archivada.

 

Pasaron por la misma: Hernán Bustos Rivas (UFI N° 5), Gisella Olszaniecki (UFI N° 3), el Comisario Inspector Roberto Mongelós  (Comisaría 1ra.) vinculado a Luis Esteban Genoud,ya retirado y luego premiado por Julio Pereyra con otro cargo importante; la abogada que solo buscaba trascendencia mediática Florencia Casamiquela (primero “pereyrista”, después “randazzista”, luego funcionaria kirchnerista y en el 2023 candidata insulsa a intendente por “Juntos”), Daniel Guaquinta que, llamativamente, solo pretendía defender a uno de los “perejiles” de la causa  y era el abogado de la Dirección Municipal de DD.HH de Florencio Varela donde Guillermo “Cuco” Ñañez era el director (para variar, recientemente jubilado y despedido “con honores” de dicha dependencia); la fiscal Nuria Gutiérrez (Fiscalía N° 4) y la “controvertida” fiscal Mariana Dongiovanni con, como mínimo; ¿”dudosas”actuaciones judiciales?. Es la misma fiscal que ¿entorpece los esclarecimientos de sus causas a cargo?, ¿qué pone trabas a las investigaciones?. Sí, Mariana Dongiovanni: la que al asumir su nuevo cargo, y ante el mismísimo caso de la “Masacre de Senzabello”, prometió (abrazando a los familiares de las jóvenes) darle a Varela “la justicia que merece”.

 

Sin lugar a titubeos, pasó de todo pero las familias, sobre todo la de Sabrina, no descansaron nunca hasta lograr reabrir el caso y esto se logró de la mano del único fiscal que pelea por avances: Daniel Ichazo (UFI N° 1 de Berazategui).

 

Y así, también han pasado 7 tortuosos años para las familias de las víctimas (sobre todo) y para lxs vecinxs varelenses que mantienen el mismo grito: JUSTICIA por las 4, esclarecimiento urgente, juicio y condena a lxs culpables y sus cómplices.

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