El PRO tras romper la coalición de Juntos por el Cambio y pasarse a la Libertad Avanza, hizo un aporte decisivo para la fiscalización de la elección y para el triunfo de Javier Milei.
El ex ministro de Justicia de Macri, Germán Garavano, quien se preparaba para ocupar el Ministerio de Justicia fue sorpresivamente reemplazado por el abogado Cuneo Libarona.
Desde el Pacto de Acassuso ambos equipos comenzaron a trabajar en conjunto, pero ambas partes saben que un desembarco en masa del PRO va traer muchos problemas dentro de las propias filas. Esto recién comienza y la gente de Macri y Bullrich desesperan por lugares en el gobierno: Macri en busca de poder y protagonismo que logró únicamente después de engañar a propios y ajenos y Patricia Bullrich, que logró que parte de los 6,2 millones de votos que obtuvo en la primera vuelta vayan hacia Milei.
Quieren cobrar todo lo que aportaron pero hasta ahora no hay señales claras de que eso se cumpla, no hay garantías de nada, las palabras se las lleva el viento, ya están todos acostumbrados a este tipo de traiciones, de promesas incumplidas, pero la necesidad de encontrar soluciones inmediatas obligará a Milei a negociar con aquellos que durante la campaña llamó «zurdos de mierda», «escoria humana» y «adefesios».
Con solo 38 de los 257 diputados en el Congreso, Milei necesitará de la ayuda de los 94 diputados de Macri para sumar votos. Argentina ha elegido este domingo al ultraderechista Javier Milei presidente y se adentra en una etapa de profunda incertidumbre, propone además una revisión de los valores de igualdad y justicia social que han estructurado a la sociedad argentina desde los inicios del siglo pasado. Milei prometió cerrar el ministerio de Educación y Salud, que junto a los de Desarrollo Social y Trabajo se fusionarán en uno solo, el de «Capital humano», no queda mucho tiempo para poder cobrar por eso Macri y Bullrich intensifican sus esfuerzos para que Milei no lo traicione.
Mario Carrera