(Por Agencia La Barriada) Hace unos días nuevamente Florencio Varela se vio sacudida de un nuevo crimen vinculado al narcomenudeo en la intersección de las calles 1335 y 1323 del Barrio Paraná una zona rural que cada día se integra más al tejido urbano. Un varelense llamado Ever fue asesinado.
Los medios y sectores policiales, con versiones en off, inmediatamente dijeron que es la «Banda de los Paisas» pero ¿existe esta banda o es una construcción de versiones policiales que luego repiten algunos medios?
Algunas versiones familiares ponen en duda la versión policial y manifiestan que el asesinato de Ever podría haber sido realizado por personal policial que estaba en el lugar habiendo quedado gendarmería a cargo de las pericias.
En nuestra ciudad hace años la violencia vinculada al narcomenudeo se traslado a las periferias semi rurales o rurales, limitrofes con distritos vecinos como Ingeniero Allan , San Jorge / Santa Rosa Rural , Pico de Oro , Parana, San Rudecindo y disminuyó la violencia en barrios dónde hace una década era parte de la vida diaria.
En los barrios que rodean el casco céntrico continúa la venta de drogas pero sin investigaciones policiales, ni muertos ni violencias, es raro como se ordenó el mapa.
Si se observan los últimos procedimientos de drogas en los barrios Agustín Ramírez, Triángulo de Don José y 12 de Julio, las personas detenidas son argentinas sin conexión entre sí en cuanto a la venta. Por otro lado las detenciones en Allan, y Parana tienen entre sus miembros personas de nacionalidad paraguaya pero sin vínculo entre sí y posiblemente con proveedores distintos. Entonces ¿Por qué se insiste en hablar de una banda llamada «los paisas» que sería compleja, fuerte y difícil de combatir?
Hace una semanas la ciudad se vio sacudida por un hecho fuera de lo común: en la calle Holmberg y Paysandú, justo en el límite de Barrio Pico de Oro con Almirante Brown, personal de la comisaría 1 * fue baleado de manera brutal y no habitual; los intentaron matar.
Ese hecho a priori es muy extraño porque no sucede que en los escasos enfrentamientos entre vendedores y policías se produzca una lluvia de balas con intención de matar. Lo habitual es que, ante la persecución policial, los vendedores arrojen algún tiro para huir. Este hecho mostraría una conducta policial de no tolerar la venta de drogas, lo cual sería loable, pero los medios con claras versiones policiales en off difundieron otra versión con el fin de dañar el accionar de la comisaría 1era.
El Jefe de Estación Ramón Rodríguez en forma extraoficial dejo trascender «que este hecho violento sucedió porque un miembro de la comisaría 1era entrego la investigación» y rápidamente se separó a ese miembro de la comisaría.
Es llamativa la lectura del Jefe Distrital Ramón Rodríguez ya que el personal trasladado está siendo investigado hace meses por la UFI 4 por vínculos con el narcomenudeo y él estaba al tanto, pero nunca actuó preventivamente. Por otra parte no fue separado de la fuerza sino trasladado a la comisaría 4 de Remedios de Escalada / Lanús dónde ejerce su poder el Jefe de la Zona Sur del Conurbano el Comisario Mayor Villar, todo muy raro.
Cuando se analiza la investigación penal que mantiene preso al Comisario Inspector y ex segundo jefe de la Distrital Berazategui por facilitar la venta de drogas en campos de Berazategui y Varela, los paisas son una construcción policial de personas argentinas que traen para vender y ellos protegen y les cobran.
La periferia de nuestra ciudad donde habitan familias trabajadoras está liberadas a una diversidad de grupos del narcomenudeo que todos los meses generan algún homicidio mientras los centros urbanos y su periferia gozan de la calma que la política necesita .
¿La balacera de Pico de Oro es el castigo a una gestión policial que cometió el error de avanzar sobre una banda protegida?
Si había un traidor en comisaría 1 que era investigado hace meses por la UFI 4 por vínculos con el narcomenudeo que el Jefe de Estación Ramón Rodríguez conocía , ¿Por qué siguió y sigue en la fuerza?
Hace tiempo que circulan en nuestra ciudad rumores de un pacto de gobernabilidad entre sectores del poder político y sectores policiales para trasladar a las periferias de la ciudad los negocios más violentos que permiten el autofinanciamiento de sectores de la bonaerense, si fuera cierto se construyó una zona de sacrificio donde todos los años las muertes de pibes son los mudos testigos.