(Por Agencia La Barriada) La Doctora Mariana Dongiovanni se desempeña como agente fiscal de la UFI 2 de Florencio Varela
desde el año 2015 luego de una corta carrera en la justicia: ejerció como auxiliar letrada en Quilmes, y secretaria del juzgado de garantías 5, siendo Julián Busteros el Juez de Garantías.
Asumió el cargo de fiscal cuando tenía 36 años, acto en el que estuvieron presentes el ex intendente Julio Pereyra y el Ministro de la Suprema Corte de Justicia, Luis Genoud, dos de los personajes más influyentes en las tramas del poder varelense.
Desde que la doctora Dongiovanni llego a su cargo algunos de los casos más terribles que sucedieron en nuestra ciudad recayeron en la UFI 2 como la Masacre de Senzabello, el asesinato de Lautaro Morello y la desaparición de Lucas Escalante y ahora, el caso de Nahuel Sanabria, asesinado a golpes dentro del galpón de la distribuidora EMICAT. La mayoría de estos casos involucran a las tramas mafiosas y agentes del poder local, y en todos los casos mientras Mariana Dongiovanni estuvo a cargo de la Investigación se cometieron errores terribles y básicos que
demostraron el mal desempeño y la falta de voluntad de resolver y encontrar justicia.
En el mes de febrero de 2017 Denise Juárez (17 años), Sabrina Barrientos, Némesis Núñez y Magali Pineda (16 años) esperaban el colectivo en Avenida Senzabello a la salida del boliche “Santa
Diabla” cuando fueron baleadas por un individuo desde un auto. Denise y Sabrina fueron asesinadas, mientras que Némesis y Magali resultaron gravemente heridas. Este hecho, conocido
como “la masacre de Senzabello” tuvo a Mariana Dongiovanni, titular de la UFI 2, como segunda fiscal a cargo. La investigación llevada a cabo por la DDI de Quilmes y del jefe distrital Roberto
Mongelos estuvo repleta de irregularidades y Dongiovanni, en su rol de fiscal, compro todos los perejiles que le vendieron; se negó a investigar pistas claves como sospechosos reconocidos por
una de las chicas y al hombre que se acercó a Nemesis en el momento de la masacre, se arrodilló a su lado, murmuró algo y se fué. La fiscal dijo que se trataba de un familiar de la adolescente, pero cuando la familia obtuvo el video y lo mandó a “limpiar”de ruidos externos se puede escuchar que ese hombre amenaza a Nemesis. Nada de eso fue tenido en cuenta para la
investigación, en cambio se insistió con la detención de personas que nada tenían que ver con la causa que al poco tiempo fue archivada sin que Denise, Sabrina, Némesis y Magali tuvieran
justicia.
Otro de los casos más impactantes a cargo de la Fiscalía 2, fue la desaparición de Lucas Escalante y Lautaro Morello, en diciembre de 2022. Mariana Dongiovanni fue la primera fiscal del caso y
durante elmes que tuvo la causa a su cargo se negó a apartar a la policía bonaerense de la investigación, algo básico teniendo en cuenta que personal de la misma policía bonaerense estaba
implicado en el caso. También se mantuvo firme en la hipótesis de los vales de nafta aun cuando había indicios de que no era el motivo del crimen. Ante la falta de respuestas de la fiscal, la familia de Lautaro preparó una denuncia contra la fiscal Dongiovanni para ser presentada ante el tribunal de disciplina y en ese momento, Dongiovanni pide ser excusada de la causa. En el escrito presentado, la titular de la UFI 2 alegó sufrir descalificaciones hacia su persona por parte de la familia Morello y que ello podría “afectar mi libertad funcional, mi integridad y dignidad, conllevando ello la pérdida de objetividad para intervenir en la presente investigación penal preparatoria”. Es curioso que después de 1 mes de no realizar las acciones básicas que, se supone, una fiscal debería saber y hacer, en la investigación, la Dra. Mariana Dongiovanni mencione su
integridad y dignidad, y cómo ello afectaría la investigación.
El 19 de diciembre de 2023, Nahuel Sanabria fue asesinado a golpes en un galpón de la distribuidora de bebidas EMICAT. La causa recayó sobre la UFI 2, y una vez más, la investigación
deja mucho que desear. Habiendo transcurrido 11 días del hecho, la familia de Nahuel tuvo que solicitar pruebas fundamentales y consideradas básicas, como los registro de llamadas del
personal de EMICAT y de los teléfonos del lugar, los registros de las cámaras de seguridad de la misma distribuidora y del municipio); la revisión del certificado de defunción en el cual figura el domicilio de Nahuel como lugar de defunción y no la dirección de la distribuidora EMICAT.
También fue un pedido de la familia de solicitar las historias clínicas de Nahuel para refutar la hipótesis de que la víctima padecía patologías cardiacas. Tampoco fueron incluidas en las
declaraciones de dos testigos claves el rol del personal de la comisaría 3° y la Policía científica, a pesar de la insistencia en que así se hiciera.
Recién el 03 de enero, 15 días después del asesinato de Nahuel y de que la familia realizara el pedido antes mencionado, la fiscal Mariana Dongiovanni solicitó los registros de las camaras de
seguridad del municipio, el resultado de la pericia toxicologica, la recopilacion de informes periciales y la copia certificada de la partida de defunción de Nahuel.
Solamente tomamos tres casos en donde las tramas de poder local están involucradas, y en los tres el accionar de la doctora Mariana Dongiovanni fue pésimo, ¿Fue por ineficiencia o falta de
capacidad? ¿Fue por ignorancia sobre los procesos judiciales? ¿O fué por encubrimiento? ¿Cómo ocupa un puesto de fiscal una persona que pareciera no conocer el funcionamiento básico de la
justicia? ¿Porqué ocupa un puesto de fiscal una persona que investiga pistas irrelevantes y niega las contundentes? El día que Juró como Fiscal, Mariana Dongiovanni dijo sentirse “orgullosa de
trabajar para brindar la justicia que Varela merece”… ¿Esta es la justicia que los varelenses nos merecemos,la que protege a los poderosos y permite que maten a nuestrxs pibxs? ¿La justicia que
desvía investigaciones y niega pruebas? ¿La Justicia que revictimiza a las víctimas y a sus familias una y otra vez con su pésimo accionar? pareciera que para la doctora Dongiovanni, esa es la justicia que merecemos.