(POR AGENCIA
LA BARRIADA)
Florencio Varela es un Partido en el que miles de familias no tienen donde vivir y, por otro lado, las tramas inmobiliarias realizan loteos ilegales generando negocios millonarios fruto de la corrupción que nadie frena.
En las últimas décadas un personaje, ya fallecido, llamado Domingo Baldo comenzó a ser importante en loteos donde el municipio permitía, llamativamente, que se violen los marcos legales. La empresa «Varela al Sol S.A» realizó el loteo pegado a la estación Dante Ardigó y empezó a vender los lotes sin que el loteo esté habilitado legalmente. Así, abrieron una oficina sin habilitación municipal para las ventas. Por esto, a esa altura, Baldo ya se venía transformado en el empresario preferido del poder.
En los años siguientes, la vinculación del empresario con otros loteos son una prueba más de esto. Por ejemplo, podemos recordar sus tratos con los loteos que impulsaba la Cooperativa Independencia, en Luján, que solo se detuvieron cuando sus directivos fueron detenidos porque encubrían una mesa de dinero.
Entonces, en Florencio Varela, había muchas tierras que el gobierno municipal (a través de mecanismos legales) podía adquirir pero que, contrariamente, terminaban en «negocios inmobiliarios» dónde empresarios ligados al poder avanzaban con manejos ilícitos de las mismas mientras que miles de vecinxs sufrían el hacinamiento y la falta de vivienda desde hace muchas décadas.
Ahora bien, volviendo a Domingo Baldo; éste aparece como propietario de la parcela rural donde durante mucho tiempo funcionaron pequeños hornos de ladrillos que fueron desalojados cuando apareció un nuevo dueño que loteó todo ese predio. Y lo hizo desde su empresa, la ya mencionada «Varela al Sol S.A». Por supuesto, parceló la porción de suelo en mejores condiciones para habitar y, nuevamente, con permisos dudosos para hacerlo que le habilitaba la municipalidad varelense.
¡Todavía viejos vecinos recuerdan a las maquinarias municipales abriendo calles del futuro loteo privado, «esa rara ‘solidaridad’ de algunos funcionarios»!
El mismo Baldo, a su vez, aprovechando estas bondades municipales fue quién cedió la tierra para que se conforme el Club Infantil Sporting y pretendía, asimismo, hacer un nuevo loteo con la ayuda de sus funcionarios amigos pero los viejos hornos de ladrillos habían dejado sus huellas e impedían ese nuevo emprendimiento. Como dijimos más arriba, no todas sus porciones terrenales estaban aptas para construir. Y ante la imposibilidad de lotear decide donar el predio al municipio (que nunca acepta formalmente la donación). Por ello, Baldo vuelve a actuar como propietario y comienza a plantear que finalmente sí era el dueño, todo muy raro pero no extraño a sabiendas de que es parte de los turbios negocios inmobiliarios que se suceden en nuestra localidad.
Vale aclarar que, no contento, Baldo terminó manejando otras transacciones de lotes, las de los loteos que generaba la empresa de «Seguros Orbis S.A». Acá, otra vez nos surgen preguntas como ¿por qué esa empresa realiza loteos?
Seguramente la relación de esta entidad de Seguros con Baldo y funcionarios municipales será tema de una futura nota de la Agencia La Barriada pues hay «mucha tela para cortar» cuando de negociados municipales sucios se trata.
Finalmente, Baldo no pudo quedarse con el predio de los «hornos de ladrillos» y honestas familias que venían instalándose a partir de junio del 2013, a pesar de tanta corrupción y mentiras, continuaron viviendo y hoy es un barrio de trabajadores que luchan para progresar.
En suma, fue aquella realidad de agentes inmobiliarios amigos del poder político local que se apropian de las tierras en contraste con miles de familias que esperan durante años el acceso a un lote social, o a una vivienda digna, lo que genera la toma de tierras que da origen al «Barrio 12 de Julio».
Hoy se cumplen 11 años de lucha de esta barriada familiar que decidió construir un barrio digno frente al enorme y desleal sistema inmobiliario encabezado por empresarios y políticos que no respetan la ley.