(Por Agencia
La Barriada)
En los últimos días, el aparato comunicacional del gobierno trabajó, de modo incansable, para instalar varias ideas: «qué las provincias malgastan el dinero», «qué la plata es de la nación» y «qué las transferencias y fondos fiduciarios creados por ley son un ‘curro'».
La primera noción a aclarar es que la riqueza del país es producida por las provincias y que la nación tiene recursos por el cobro de impuestos, puesto que, no produce bienes. La nación administra los fondos que producen las provincias y los deriva nuevamente por medio de un acuerdo de todas éstas. Acuerdo establecido en la «Ley de Coparticipación».
Los montos establecidos para cada provincia son diversos. En el caso de Buenos Aires, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Neuquén, Mendoza, Córdoba y Santa Fe estos son mucho mayores. Aportan al Estado Nacional más de lo que el Estado les reintegra a ellas.
Por esta situación el Estado Nacional fue creando (por ley) fondos fiduciarios para sumar recursos a estas provincias que, claramente, sufren un daño en sus ingresos.
El Noroeste y la Mesopotamia (que cuentan con abundantes recursos naturales) sufren hace más de un siglo, por su parte, el atraso en obras de infraestructura (rutas, gasoductos, oleoductos). Por esta situación no pueden producir más y eso hace que deban ser asistidas por fondos nacionales para garantizar servicios como educación y seguridad, además de obras públicas necesarias.
Un País Federal requiere del diálogo y de consensos entre gobernadores y el Gobierno Nacional, ya que, esa relación es vital para el funcionamiento de un pueblo nacional.
Entonces, lo que vivimos estos días en los que el presidente JAVEIR MILEI pretende desfinanciar a las provincias y, desde su ejército de trolls, plantar a los gobernadores en el lugar de vagos que viven de los recursos nacionales; es un acto nefasto y mentiroso.
Para sumar más argumentos al destierro de una más de las infamias de Milei, retomemos el caso de la Provincia de Buenos Aires que aporta un 39,7% y recibe un 22,7%, es decir, nación se queda con el 17% de lo que produce la Provincia, a todas luces: una injusticia.
Y con el dinero de la coparticipación nacional la provincia distribuye dinero a los 135 municipios sin diferencia de signos políticos, si nación ajusta a la Provincia de Buenos Aires los municipios, indefectiblemente, sufrirán el ajuste voraz. Asimismo, insistimos, Buenos Aires no recibe fondos nacionales como «privilegio» porque le dan apenas unos puntos del PBI (el 17%). En suma, el gobierno nacional perjudica a Buenos Aires.
Un presidente que miente y amenaza todo el tiempo solo puede recoger de los gobernadores respuestas como la que dieron las provincias patagónicas, sin diferencias partidarias y con apoyo de 22 provincias (solo Tucumán no adhirió): le aclararon, fehacientemente, que no van a tolerar «sus claros aprietes y amenazas». Debería quedarle claro que la República Federal no se toca.
Mientras MILEI se burla de las personas con Síndrome de Down, parodia abusos sexuales y adapta memes de origen pornográfico para burlarse del gobernador Nacho Torres; el país sufre un brutal ajuste que va generando «una olla a presión».