El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, volvió a ratificar su postura de no disputar ninguna interna y le respondió las acusaciones de traición a la ex presidenta Cristina Kirchner.
En una interna que no parece desescalar el tono, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, rompió el silencio este sábado para volver a ratificar su postura de no disputar ninguna interna en lo que respecta al PJ nacional, a pesar de los insistentes pedidos del kirchnerismo.
«Desde que se apartó a Alberto (Fernández), repetí en público y en privado que no me interesa disputar la interna del PJ ni directa ni indirectamente», afirmó a través de sus redes sociales Kicillof y agregó: «Por razones que me son ajenas, hoy en el Partido Justicialista están a punto de quedar dos listas».
En esa línea, el gobernador señaló que «están las listas que encabeza el gobernador Quintela, quien anunció su postulación hace tres meses, y la lista que encabeza Cristina, cuya candidatura dio a conocer diez días atrás a través de un documento donde plantea que en el peronismo no sobra nadie».
«Mi deseo y mi posición es que se logre un encuentro, un diálogo, y se evite una innecesaria competencia interna. Ambos proponen dos puntos centrales: nítida oposición a Milei y convocatoria a la unidad», subrayó el gobernador volviendo a despegarse del conflicto pejotista.
Luego, Kicillof hizo mención a las calificaciones indirectas pero explícitas de la ex presidenta a quien supo ser su hijo político. Es que, tras la puesta en escena del gobernador por el Día de la Lealtad en Berisso, Cristina Kirchner aseguró que «los Poncio Pilatos en el peronismo no van más. Ni los Poncio Pilatos ni los Judas».
«Quintela no es mi candidato, es un gobernador y un dirigente que viene enfrentando, con un coraje que no abunda, las políticas de Milei desde una provincia alejada de los medios y las redes porteñas. Es un error pensar que se trata de un dirigente al que yo «subo o bajo», pero sobre todo es un gran error atacarlo», expresó Kicillof.
Además, el mandatario bonaerense agregó: «La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados, pareciera que no se registra del todo lo que está pasando en el país y en nuestra fuerza política: hay enojos, diferencias y desacuerdos. Esos reclamos, esos enojos deben ser escuchados con humildad y de ninguna manera pueden ser descalificados como signos de traición».
«La verdad es que no quiero ni puedo estimular peleas entre compañeros pero tampoco puedo convalidar el equivocado mecanismo de que cualquier diferencia o crítica desate el disciplinamiento. La única pelea en la que todos los días pongo cuerpo y alma es la pelea contra Milei y sus políticas de exclusión y crueldad», amplió Kicillof.
Vale recordar que, la proyección nacional de Kicillof es algo que La Cámpora resiste con firmeza mientras insisten que la lealtad del movimiento está con Cristina Kirchner. En concreto, la organización liderada por Máximo Kirchner acusa al mandatario de manejar ‘su propia línea’ de manera inconsulta y de armar un proyecto presidencial sin la ex presidenta.
En ese contexto, y ante la interna del PJ nacional, Kicillof prefirió mantener el silencio y no pronunciarse por los dos apuntalados en las elecciones, Cristina Kirchner o Ricardo Quintela, lo que generó disgustos, reproches e insultos desde el núcleo duro k. «Tibio ni el mate, ni la cerveza, ni el amor. Lealtad con CrFK y el pueblo, siempre», escribió la intendenta camporista, Mayra Mendoza.
Ante el aparato desgastante al que fue sometido Kicillof, el mandatario pidió concentrarse en la unidad y desechar metodologías y conductas que llevaron al peronismo hasta donde se encuentra hoy. «Que nadie espere de mí que libre una guerra interna, la historia no nos lo perdonaría y el futuro tampoco», cerró. Fuente:
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