El paradero de Lautaro Morello y Lucas Escalante, los jóvenes que desaparecieron el viernes pasado por la noche en Florencio Varela, todavía es un misterio. Hoy se cumplen siete días desde la última vez que los vieron y pese a los rastrillajes desplegados por la Policía de la Provincia en toda la zona, oficialmente todavía no hay avances significativos.
El drama comenzó el viernes, cuando Lautaro, de 18 años, le comentó a su tía, cerca de las 23.15, que salía con su amigo Lucas, de 26 años, a dar una vuelta y a comprar una gaseosa. Al menos unos 15 minutos después de ese aviso, el teléfono de Lautaro se desconectó y desde ese entonces, su familia no se pudo comunicar nunca más con él ni con Lucas.
Pero el miedo se acrecentó todavía más. Al día siguiente, el BMW de color azul perteneciente a Escalante y con el cual ambos habían salido, apareció prendido fuego en el limite de Florencio Varela con La Plata, sobre la ruta 53. No había rastros de ninguno de los jóvenes. El domingo por la mañana, todo se tornó todavía más oscuro: la Policía Bonaerense protagonizó un hallazgo macabro. Dos cuerpos fueron encontrados completamente calcinados dentro de una camioneta Citroën Berlingo en el cruce de la avenida Néstor Kirchner y la Ruta 16, conocida como Presidente Perón, en Guernica.
La desesperación de la familia fue en aumento. El miedo de que los cuerpos quemados fueran de Lucas y Lautaro invadió a las familias. Sin embargo, la ciencia habló y trajo algo de tranquilidad: la pericia odontológica realizada a los cadáveres carbonizados determinó científicamente que se trata de dos hombres de 25 y 40 años.
El dato fue analizado primero por el fiscal Álvaro Garganta que es quien investiga la causa de los cuerpos calcinados, pero también por los fiscales que están a cargo de las dos desapariciones que se produjeron el fin de semana pasado. Por un lado, las de Escalante (26) y Morello (18) en Florencio Varela y por el otro la de Diego Segura (30) y Silvio Vitullo (40) en Longchamps.
Como el hallazgo del BMW quemado en La Plata y la camioneta utilitaria con los cadáveres adentro en Guernica, se produjo no muy lejos uno del otro, desde la fiscalía creyeron que podrían ser Lucas y Lautaro. Sin embargo, la pericia odontológica le fue suficiente a la fiscal Dongiovanni para descartar oficialmente que se trate de ellos.
Un investigador fue taxativo en diálogo con este medio respecto al hallazgo del BMW de Escalante: «Mafia pura. Está quemado por alguien que sabe cómo hacerlo. De adentro hacia afuera para quemar huellas y con suficiente combustible para dejarlo irreconocible al vehículo. También quemaron las adyacencias para que no encontráramos rastros. Por suerte, adentro no había nadie», dijo.
UN TESTIGO
Mientras continúa la búsqueda un testigo aseguró que los vio esa misma noche en una fiesta «Yo los vi en una fiesta el viernes a la noche, a las 23.05», detalló un joven que se identificó como Agustín, quien aclaró que no es amigo de los jóvenes desaparecidos.
«Los vi a los dos. La fiesta era en Zeballos, no sé cómo supieron de la fiesta. Se pudieron a pelear todos y no los vi más, yo me fui adentro de la casa», relató y atribuyó la riña a «broncas entre barrios». «Los golpearon y no los vi más», mencionó Agustín en diálogo con C5N. «Los dejaron mal, inconscientes. Volaron botellas y palos», detalló y aseguró: «Hasta las 5 am del sábado los pude ver en la fiesta». Indicó también que el auto marca BMW de color azul «estaba estacionado en la esquina» de la casa donde se realizaba el evento y que «los mismos que los golpearon se llevaron el auto».
La versión llegó a la fiscal Mariaa Dongiovani Nº 2 de Florencio Varela quien llamó a declarar al testigo y otros. La fiscal ordenó investigar la especie. Horas después llegó un informe a su mesa de trabajo dando cuenta que los hechos no existieron.
EL COMISARIO Y LAS CAMARAS
Lucas Escalante y Lautaro Morello fueron vistos por última vez el viernes 9 de diciembre por la noche, en Bosques, Florencio Varela. Lautaro tomaba una gaseosa en la esquina de su casa con un amigo y Lucas paró con su BMW azul. Juntos se fueron a dar una vuelta y eso fue lo último que se supo de ellos.
Los pesquisas de la DDI Quilmes lograron ver al BMW circular a alta velocidad por la Ruta 53. La imagen fue captada por las cámaras de seguridad del barrio privado Los Ombúes. El reloj indicaba las 22.38 horas del viernes pasado. El BMW circulaba atrás de un auto presumiblemente marca Fiat Siena, de color gris. Minutos más tarde el auto salió de la ruta e ingresó a una calle transversal de la Ruta 53. Un joven vecino del lugar dijo haber visto al BMW de color azul y el conductor preguntó por la quinta de Coco, cuyo dueño es un comisario mayor de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. El testigo dijo que señaló el lugar pero no pudo identificar al conductor por la oscuridad. Los pesquisas establecieron que los ocupantes del BMW habrían ido en búsqueda de vales de nafta, que el comisario le habría entregado a su hijo para que alcance a los visitantes. Eso estableció la fiscal Mariana Dongiovani y ordenó un allanamiento a la quinta, el que termin´p con la detención del policía y el secuestro de su celular.
CHOQUE Y SECUESTRO
La versiones que comenzaron a circular en los mentideros dan cuenta que el BMW habría atropellado a una joven en Ingeniero Allan y no pararon a auxiliarla. La joven está internada en grave estado en el hospital El Cruce. La versión indicó que el auto tomó por la avenida Antártida Argentina hacia el centro de Varela. Siguió camino por avenida Hudson hasta Los Inmigrantes, por los Inmigrantes siguió hasta la Ruta 53 y de allí hacia al sur. Una cámara habría registrado su paso por Los Inmigrantes. Nada de esto fue confirmado. El auto incendiado, a simple vista, evidencia una deformación en el techo y el capot. La pregunta es ¿que pasó con Lautaro y Lucas? Dos respuestas: que no iban a bordo del BMW y lo llevaban secuestrados en el auto Siena. Que fueron Lucas y Lautaro los autores del choque y están ocultos. La joven atropellada en 1149 y 1126 se llama Johana Farías. Había bajado del colectivo con rumbo a su casa y hoy cumple una semana internada en gravedad en el Hospital de Alta Complejidad El Cruce.
Lo extraño es que la policía de Ingeniero Allan no haya brindado información oficial en la búsqueda del rodado que atropello a Johana. Ayer Varela al Día tuvo tres versiones del auto: Un Siena de color Azul, similar al BMW. Luego se trató de un Siena color Plata. Mas tarde desde la comisaróa indicaron que se trató de un auto de color Blanco.
HABLO HILARIO ESCALANTE, PADRE DE LUCAS
Hilario Escalante, el padre de Lucas, aseguró que la hipótesis de secuestro no tiene que ver directamente con su trabajo y desmintió que estaba escondido.
«Hace 32 años estoy en Varela, todos son amigos, ¿porqué salta que estoy escondido? «, dijo el hombre a la prensa. «Yo me dedico a la construcción acá en la zona. No tengo ningún roce con ningún colega, no creo que tengan quejas de mi», agregó Escalante.
En ese sentido aseguró que: «No estoy escondido, estoy buscando a mi hijo». Y añadió que: «Vivo laburando, hoy estoy buscando a mi hijo y necesito estar bien».
«La verdad no sé lo que pasó. Tanto como mi hijo y yo obramos bien. Hace cinco días que nadie duerme, lo que quiero es encontrar a mi hijo», manifestó.
En esa línea, aseguró: «Puede ser que se hayan equivocado, o puede haber pasado cualquier cosa». Además, se refirió al BMW que conducía su hijo al momento de la desaparición, y expresó haber estado en desacuerdo con que conduzca ese vehículo de lujo. «Yo le decía véndelo a la mierda y hacemos otra cosa, pero era la ilusión de él», manifestó.
«En la ilusión de mi hijo yo ponía en una balanza comprarle un auto de estos o darle una bebida que lo pueda dañar a tu hijo, dan el mismo resultado, porque andar con un auto de esos, corría el mismo peligro de vida», agregó.
Asimismo, negó tajantemente tener custodia. «No ando con custodia, no tengo una camioneta baleada, todo eso son inventos. Nunca tuve una entrada policial, no tengo nada, absolutamente nada», remarcó.
Al ser consultado sobre presuntos vínculos con el contrabando de cigarrillos, Escalante padre sentenció: «No tengo nada, no tengo nada. Tengo un amigo que tiene una tabacalera que yo se la hice. Más allá de eso, no tengo nada». Cabe mencionar que esta version la hizo circular la abuela materna de Lautaro ante los medios necionales.
Al respecto, describió el tipo de vínculo que mantiene con el dueño de la tabacalera. «Los tres hijos de mi primer matrimonio se criaron con los hijos de él, después hubo un distanciamiento de seis, siete años, pero después volvimos a trabajar de vuelta, porque son clientes míos». Y puntualizó: «No tengo tabacalera, cigarrillos ni consumo».
No obstante, manifestó que todos los chats que mantuvo su hijo antes de desaparecer fueron entregados a la Justicia. «Todo lo que tenemos del télefono se lo estamos pasando a la Justicia, y que la Justicia laburé», dijo.
A su vez, se mostró conforme con la labor policial. «El desarrollo de la investigación me parece que a esta altura está haciendo lo correcto, porque yo no me puedo quejar de la Policía, veo que están laburando. Todo el mundo está laburando, no puedo decir nada de la Justicia, qué más puedo pedir», manifestó.
Lautaro Tomás Morello tiene 18 años, y Lucas Escalante, 26. Ambos son amigos y están desaparecidos desde el viernes 9 de diciembre. Los jóvenes son fanáticos de los autos, disfrutan de salir a bailar y pasar momentos con sus amigos. Así lo demostraron en sus diversos posteos en redes sociales, donde suelen ser muy activos.
Lucas, el mayor de los dos, es el dueño del auto BMW color azul que apareció calcinado en La Plata. El chico compartió fotos de su vehículo tanto en Instagram como en Facebook y desde muy chico publicó imágenes de vehículos de alta gama.
Lucas trabajaba en la empresa constructora de su padre. Vive en un décimo piso de una importante torre de la calle 18 de Berazategui. Cobraba un sueldo de 150 mil pesos mensuales. Su padre lo asistía con lo que necesitaba. Dicen quienes trataron a Lucas que el joven no tenía vicios y era muy sano. «Ni alcohol tomaba», dijo un cercano a la familia. Al ser consultado por la contratación de una agencia de seguridad privada por parte de Hilario Escalante el vocero señaló: «No necesita Escalante una investigación privada. Es un hombre como mucha llegada a distintos estamentos. Desde Berni para abajo ha trabajado con las obras que hace con su empresa con importantes funcionarios de la Policía. Su abogado falleció hace unos días. Era el doctor Adrián Bernao, quien llevaba todos los contratos de obras. Pero no necesita abogado porque la fiscal y la policía están trabajando a full en la causa. Ya hicieron más de 20 allanamientos» La pesquisa se encamina a un secuestro, aseguran, pero contactos con los secuestradores no hay y si los hay no se los ha blanqueado.
En la otra vereda un tio de Lautaro habló con Ari Paluch ayer por Radio Rivadavia y explicó que la Policía no tuvo avances en los últimos rastrillajes. «Berni no apareció para nada. Para otras cosas sí, pero para esto no», expresó Agustín