Desde que comenzó su meteórica carrera política parece haber sido concebida para hacer que la derecha y la izquierda se distancien cada vez más. Así que la pregunta permanente que se cierne sobre su gobierno es: ¿Cómo hará para mantener las cosas unidas?
Esa izquierda que en muchos casos se ve reflejada en los beneficiarios de planes sociales y a los cuales ya les advirtió que los que corten la calle no «cobrarán». «Quien corta la calle no recibirá la asistencia del Estado: el que corta no cobra», llevándose puesto el derecho a la protesta. Esa derecha en la cual hay muchos periodistas de los medios de prensa más grandes de nuestro país, pero se les informó que la ceremonia de juramento no se transmitía ni siquiera a través del circuito cerrado de la Casa de Gobierno y que a los periodistas no se les permitió acceder al «Salón Blanco» donde tuvo lugar el evento. Llevándose puesta la libertad de prensa.
Un plan motosierra que incluye a los de izquierda y a los de derecha, con ajuste y devaluación como ejes centrales, con supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios y un inevitable e inminente impacto negativo de su plan en el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales y la cantidad de pobres e indigentes. Habrá poda de subsidios, lo que llevará a una suba de las tarifas de servicios públicos como luz, gas y transporte. Chau también a Precios Justos, Ahora 12 y similares, cierre de ministerios y privatización de todas las empresas públicas traduciéndose esto en despidos en el sector público, desocupación, precarización laboral y aumento del trabajo en negro.
Pero lo que heredó no serán solo los desastres específicos que dejó su predecesor, sino una realidad subyacente de división que cualquier política que se proponga en Argentina va a necesitar la ayuda divina para remediarla.
Esa es la gran pregunta que todos los ciudadanos nos hacemos .¿Javier Milei podrá mantener unido al pueblo argentino?
Mario Carrera