La vicepresidenta Cristina Kirchner sufrió un intento de asesinado de parte de un hombre que intentó dispararle con un arma de fuego y luego fue detenido por personal policial, en momentos en que la titular del Senado saludaba a militantes que se habían concentrado en la puerta de su domicilio en el barrio porteño de Recoleta.
La persona detenida se encontraba a escasos metros de la ex presidenta y tras ser detectada por personal policial fue separada de los manifestantes e introducida en un patrullero.
En el momento se produjo un tumulto y Cristina Kirchner fue alejada de esa zona, aunque siguió saludando al resto de los militantes como lo hizo cada día de esta semana al llegar desde el Senado.
El episodio ocurrió cerca de las 21, minutos después de que la ex jefa de Estado arribara a su casa ubicada sobre la calle Juncal tras una jornada de sesión en la Cámara alta, donde la aguardaban centenares de manifestantes para expresarle su apoyo.
Mientras saluda a los presentes, el brazo del atacante se acercó a escasos centímetros del rostro de la ex presidenta y gatilló, pero el disparo no salió.
La ex presidenta observa la secuencia y atina a agachar la cabeza, mientras que personal de seguridad trata de separarla de la situación y los militantes también observan lo ocurrido.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, confirmó minutos después que la persona detenida tenía un arma de fuego.
«En el cuidado del caso, una persona que es indicada por quienes estaban cerca de él muestran que tenía un arma. Fue detenida por personal de la custodia, lo apartan, secuestran un arma y ahora tienen que ser analiza a situación por nuestra gente de científico como para evaluar las huellas», detalló Fernández.
En declaraciones a la prensa, señaló que «la acción (de la detención) es toda la gente de la custodia».
Fuentes policiales revelaron a NA que se trata de un arma Bersa Thunder calibre 32 automática y estaba apta para ser disparada.
Cerca de las medianoche, el presidente Alberto Fernández informó en cadena nacional que el arma estaba cargada con cinco municiones, pero que por razones que aún debían establecerse no había salido la bala.
El hombre detenido en las inmediaciones de la casa de la vicepresidenta es de nacionalidad brasileña, tiene 35 años y antecedentes de portación de armas.
Se trata de Fernando André Sabag Montiel, quien tiene antecedentes de portación de arma blanca del año 2021.
El hombre fue arrestado por integrantes de la custodia de Cristina Kirchner, que lo separaron de la multitud y lo ingresaron a un patrullero.
La causa quedó en manos de la jueza federal María Eugenia Capuchetti, que deberá llevar adelante la investigación y pericias del caso.
El intento de asesinato de la vicepresidenta generó conmoción en la política nacional y referentes de todos los espacios políticos salieron a repudiar el hecho y a expresar su solidaridad con la ex mandataria.
Desde el ex presidente Mauricio Macri, pasando por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y dirigentes opositores como José Luis Espert se manifestaron en contra del episodio.
Además, en el Congreso se registró una conferencia de prensa conjunta entre el oficialismo y la oposición en la que se anunció la conformación de una comisión bicameral para investigar el ataque a Cristina Kirchner.
Se sumaron también expresiones de repudio de la comunidad internacional, y Alberto Fernández declaró este viernes 2 de septiembre como feriado nacional.
«Estamos ante un hecho que tiene una gravedad institucional y humana extrema. Se ha atentado contra nuestra vicepresidenta y la paz social ha sido alterada», advirtió el mandatario nacional en un mensaje en cadena nacional cerca de la medianoche.
Fernández afirmó que «la Argentina no puede perder ni un minuto más, no hay tiempo», y destacó: «Es necesario desterrar la violencia y el odio del discurso político y mediático y de nuestra vida en sociedad».
«Convoco a todos y a cada uno de los argentinos y argentinas, a toda la dirigencia política y social, a los medios de comunicación y a la sociedad en general, a rechazar cualquier forma de violencia. Necesitamos aislar, no convalidar y repudiar las palabras descalificadoras, estigmatizantes y ofensivas que solo nos dividen y enfrentan», agregó.