Hace unos días el intendente municipal Andrés Watson ordenó a todo su gabinete que reporten situaciones donde se requiere la presencia del municipio para dar soluciones.
La noticia fue replicada por distintos medios, muchos de los cuáles magnificaron el hecho y hasta llegaron a indicar que Watson se ponía la Municipalidad al hombro y había levantando en peso a sus funcionarios. «Todos a la calle, todos a dar cuenta de lo que hay que mejorar», fue el mensaje que bajó desde los altos mandos.
Replicaron los funcionarios la noticia en las redes. Fue sólo eso. Nada mejoró. Se dice que una foto habla más que mil palabras. Pues bien. Esta crónica se ilustra con dos fotografías registradas ayer en la Rotonda de la Curva de Berraymundo. Allí donde está el cartel del Rotary que dice «Bienvenido a F. Varela», textual.
De noche el lugar es una boca de lobo, pero los funcionarios que deben dar respuestas (Secretario de Obras Públicas) no pasan por allí, pues viven en barrios privados fuera del distrito. Encima con choferes que los traen y los llevan.
La fuente de los 7 chorros ya no funciona. El Cartel dice «El Varela que Queremos». ¿Es este? ¿Nunca pasó por allí un funcionario de Espacios Verdes o al menos de ambiente?
Los palos que deberían sostener arbolitos, ¿que función cumplen si arbolitos no hay? Hace años que se ve esta imagen. ¿Nadie la vio?
Lo mismo sucede con los arbolitos que se secaron en el Metrobus, inaugurado en septiembre de 2019. En 6 años nunca puso las manos un municipal, más allá de cortar el pasto y barrer.
Los funcionarios deberían ver qué sucede en las calles y ayudar al intendente que quiere hacer las cosas bien. Como alguien dijo del ex gobierno de Alberto Fernández, hay funcionarios que NO funcionan.