La víctima, de 74 años, sufría habitualmente maltratos por parte de su hijo, según los vecinos; se sospecha que el matricida estaba bajo los efectos del consumo de cocaína.
Este lunes se dieron a conocer detalles escalofriantes sobre el crimen de Buenaventura Sena, la mujer de 78 años que fue hallada asesinada con más de 100 puñaladas en su casa de la localidad de Bosques, hecho por el que quedó detenido Osvaldo Marcelo González, el hijo de 48 años de la mujer.
«Él era muy malo cuando le agarraba el brote psicótico. El lunes pasado quiso prender fuego la casa con una vela y me decía que esta noche va haber muertos», relató Isabel, la hermana de la víctima a la prensa.
La mujer contó que tenía miedo de que su sobrino la matara y siempre que iba a la casa de su hermana pedía a alguien que la acompañara. «Él me tenía mucho odio porque no quise ingresar a la religión de él y me decía: ‘Desgraciada te voy a matar'».
González había estado internado internado por problemas psiquiátricos y tomaba una medicación para estar controlado, pero según su tía, la dejó hace tres años y esto le causó una recaída de la que no pudo salir.
«Después de dejar la medicación se volvió más agresivo, los de la religión a la que iba él le decían que no la tomara porque ellos lo iban a curar», aseguró Isabel.
«La madre nos dijo que era esquizofrénico, que estuvo internado en la adolescencia y que ella lo sacó cuando falleció su marido para no quedarse sola. Mientras estaba tratado, estaba bien. Hace un mes y medio que su pareja lo dejó y ahí empezó con las recaídas», dijo Cecilia, vecina de la zona.
La mujer fue la primera persona en ingresar a la casa y ver el cuerpo de Sena, que se encontraba en el patio delantero cubierto con varios muebles que el propio atacante había sacado del interior de su casa.
«El sábado mi hijo me dice que Marcelo estaba afuera en ropa interior y todo golpeado. Salgo, le pregunto qué le pasó y por qué había sacado todas las cosas de su casa afuera. Me dijo que no le pasaba nada; vi que tenía sangre en las manos, no me sabía decir qué le había pasado», recordó la mujer.
Y agregó: «Le pregunté por su madre y me dijo que desde anoche estaba internada. Le dije ‘no puede ser’ y mientras yo la llamaba a los gritos. Mi hijo le preguntó dónde estaba y le dijo ´mi mamá se murió´, y nos señala un lugar y efectivamente estaba ahí, debajo de un tumulto de muebles», continuó la vecina.
El hecho fue descubierto durante la tarde del sábado en una casa ubicada en la calle José Gabriel Brochero al 1800, luego de que vecinos de la víctima llamaran al 911.
Según se consignó, al llegar los agentes se encontraron con que el hombre estaba atrincherado y poseía cautiva a su progenitora. Una vez que lograron reducirlo, los policías de la comisaría de Florencio Varela hallaron una escena impactante: el cadáver de la anciana se encontraba oculto entre muebles viejos en el patio delantero de la casa.
Fuentes judiciales informaron que la víctima presentaba «más de 100 heridas de arma blanca». En la causa interviene la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de Florencio Varela, a cargo de Vanesa Maiola, quien dispuso las diligencias de rigor y la detención del sospechoso.
Al respecto, se informó que ordenará, además de los peritajes psicológicos y psiquiátricos de rigor, estudios específicos para saber si González había consumido drogas o si tiene algún tipo de alteración conocida de su salud mental.
CRUCE VARELA:
OCTOGENARIA
El lunes a las 11 de la mañana, una banda integrada por cuatro sujetos fuertemente armados sorprendió a una mujer de 80 años, quien se descompensó durante el hecho.
Todo sucedió en una casa ubicada en la calle Balcarce, entre Necochea y Berutti, Florencio Varela, donde los malvivientes, con total impunidad, rompieron la puerta e ingresaron a la vivienda.
Tras someter a la anciana dueña del inmueble, revisaron toda la propiedad, robaron electrodomésticos, dinero en efectivo y otros elementos de valor y se marcharon.
La propietaria de la casa debió ser atendida de urgencia al haberse descompensado ante la irrupción en su casa de los malvivientes y el maltrato al que la sometieron durante varias horas.