El Padre Miguel estaba dándole pelea desde hace más de un mes a una serie de complicaciones con sus arterias coronarias. Había superado un ACV que se generó tras el primer infarto que sufriera. Fue dado de alta y a los pocos días regresó a la sala de Terapia Intensiva tras una severa descompensación. Comenzó a superar lo peor cuando el jueves pasado fue sometido a una intervención en el hospital El Cruce, donde le colocaron dos stents. El sábado por la tarde, cuando se aprestaba para salir de alta y se cambiaba de ropa, sufrió un severo infarto del cual no pudo salir. La noticia, llevada a la población por éste diario, pasadas las 19 horas, generó una enorme conmoción por lo que fue Miguel para la comunidad. Miguel fue caracterizado hincha de Racing, muy buen interlocutor con la gente y con una enorme capacidad de análisis de la situación política y social, hecho que le generó varios dolores de cabeza. Construyó en 45 años al frente de la Medalla Milagrosa una obra monumental: El Jardín Maternal, el Hogar para chicos judicializados Arco Iris, el centro para mujeres con situaciones de violencia de género, los comedores comunitarios, un centro de jubilados. Esto hizo Miguel por lo varelenses.
LA TRAYECTORIA DE MIGUEL
El Padre Armando Dessy, Canciller de la Diócesis de Quilmes, describió con su pluma la vida religiosa del Padre Miguel.
El Presbítero Miguel Hrymacz nació el 10 de febrero de 1943, hijo de Antonio Hrymacz y Ana Czopej. De rito ucraniano católico, hasta julio de 1965 fue miembro de la Orden Basiliana. Luego manifestó a su superior que su decisión era ser sacerdote secular. Así fue que, como seminarista de la Diócesis de Avellaneda, cursó los estudios de Teología en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires, en Villa Devoto, y el 25 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote en el rito bizantino ucraniano, incardinado en el Exarcado Apostólico para los Fieles Ucranianos en la Argentina. Inmediatamente, luego de su ordenación, quedó a plena disposición de la entonces diócesis de Avellaneda, manteniendo el privilegio del biritualismo que ejercía atendiendo a la parroquia Ucraniana de la calle Supisiche de Avellaneda. Fue siempre cercano y presente a su familia, hermanos y sobrinos, vecinos del barrio de Boedo en la Capital Federal, a quienes visitaba semanalmente a pesar de las múltiples tareas que desarrollaba.
En febrero de 1970 fue designado Vicario colaborador en la Parroquia Inmaculada Concepción de Quilmes, y Vicario sustituto de la Parroquia Nuestra Señora de la Paz de Bernal, por Mons. Antonio Quarracino.
En marzo de 1972 fue nombrado Delegado Diocesano para la Pastoral Juvenil. En 1974 fue designado párroco de la Parroquia San José y Santa Cecilia, en Berazategui.
En 1976 creada la diócesis de Quilmes, el Padre Miguel continúa su servicio en esta porción de Iglesia, sigue siendo párroco de San José y Santa Cecilia.
El 1 de julio de 1977 asume como representante legal del Colegio Santa Cecilia y del Jardín Rayito de Sol. En 1996 se le asigna la representación legal del Jardín Medalla Milagrosa.
El 8 de diciembre de 1978, el siervo de Dios Padre Obispo Jorge Novak, crea la Parroquia Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa de Florencio Varela y lo nombra párroco. El 11 de marzo de 1979 asume como pastor de esa comunidad, que acompañó hasta la actualidad durante 45 años.
Con una fuerte impronta social fue asumiendo diversos servicios diocesanos que acompañaron los ministerios episcopales de los Padres Obispos Jorge Novak, Luis Stöckler y Carlos José Tissera, con sus coadjutores y auxiliares.
En el ámbito de la parroquia acompañó siempre las comunidades de base que allí fueron floreciendo, formando así comunidades maduras.
Integró los Consejos Presbiterales y Pastorales y el Colegio de Consultores. Fue decano de Florencio Varela en varios mandatos.
Durante 31 años fue Vicario de la Pastoral Social, hasta el año 2018, en que renunció. Fue un servicio que desempeñó con fidelidad y probidad. Integró la Comisión por la Campaña 40 días de Solidaridad y Delegado Diocesano de Pastoral Social para la Conferencia Episcopal Argentina.
Presidía la Fundación Padre Miguel, donde se custodia la vida de tantos niños y familias.
También acompañaba el grupo «La Fe del Centurión», que promovió la visita de la Virgen de Luján que había estado en las Islas Malvinas durante el conflicto bélico.
Durante esta última etapa de su vida, con varios problemas de salud que lo aquejaban, siguió viviendo con fe, alegría, templanza y entrega su ministerio, dejándose ayudar por todos los que los que lo asistían.
El Señor lo llamó a su encuentro el sábado 31 de agosto. Damos gracias al Señor por su vida y su ministerio entre nosotros, y le encomendamos su alma.
Pedimos a María en su advocación de la Medalla Milagrosa, fortalezca en el dolor a su familia y amigos, a la comunidad Ucraniana y a la comunidad de la iglesia particular de Quilmes por la que el Padre Miguel donó su vida.
SU VELATORIO
El Padre Miguel fue velado en el salón parroquial de la Parroquia Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa (Bombero Senzabello 683, Florencio Varela) desde las s12 hs de ayer domingo 1.º de septiembre. A las 14 h los hermanos de la comunidad Ucraniana realizaron en el Rito Ucraniano Católico la celebración de despedida. A las 17 hs el Padre Obispo Carlos Tissera presidió la Misa exequial. Durante toda la noche fue velado hasta hoy a las 8 hs, que fuera trasladado al crematorio. Más adelante sus cenizas serán colocadas en el templo parroquial.