(Por Agencia
La Barriada)
Una vez más un hecho aberrante sacude a la Policía Bonaerense y deja al descubierto con qué argumentos la Fiscalía N° 10, a cargo entonces del Fiscal Alejandro Rugeri, pretendió archivar la investigación donde una mujer (no perteneciente a la fuerza) fue abusada sexualmente en el interior de la Comisaría Primera de Florencio Varela, en el año 2022, por su titular, Dario Rodríguez.
Para fundamentar el archivo, el día 1º de febrero del 2023, Rugeri se basó en cuatro testimonios de miembros de la policía bonaerense de los cuáles tres, al momento de los hechos, eran subalternos del Comisario Rodríguez.
En dicha acción queda claro que no se incautaron libros de guardia y personal de la dependencia ni se tuvieron en cuenta pericias a la víctima y al victimario.
El primer relato es el que brinda el entonces Subcomisario Darío Barberis ante la fiscalía. Éste sostiene que «no vio a la señora Lucía Garcete, el día de los hechos, limpiando o cocinando en la comisaría 1° y qué solo tomó conocimiento de quién era por los medios de comunicación».
Esa afirmación es falsa ya que en el libro de guardia (ahora incautado a partir de que la Fiscalía General a cargo del Doctor Marcelo Draghi ordenara el desarchivo) figura que Barberis, ese día, se encontraba cumpliendo funciones en el lugar y no podía no haber visto a la víctima.
La otra sorprendente declaración es de la titular de la Comisaría de la Mujer Vanesa Fleitas que afirma que «ella no podía creer el relato de Lucía ya que comparte un grupo de WathsApp con el entonces Jefe de Estación Ramón Rodríguez, más los restantes jefes, y siendo ella la única mujer dentro de ese chat, el Comisario Dario Rodríguez nunca le faltó el respeto».
Otro testimonio irrisorio es el de Isabel Ojeda (quién dice haberse desempeñado a cargo del área de personal de la comisaria). La misma expresa «no recordar el período exacto en que Dario Rodríguez fue titular del lugar pero tiene una prodigiosa memoria para precisar que solo una vez vio a Lucía Garcete junto a su pareja (también miembro de la fuerza) cuando fue citado por ella. Luego, certifica no haberla visto nunca más por la 1°».
Por último, la cuarta testigo llamada Zulma Villoldo dice: «que solo una vez vio a Lucía Garcete el día que acompañó a su marido a hablar con el área de personal».
Es muy llamativo, y ala vista está, que fue un relato coordinado y armado para mostrar que la mujer solo fue un día a la Primera de Florencio Varela y qué la acusación de la misma es mentira. Además, a todas luces se vislumbra la gravedad que implica que la titular de la Comisaría de la Mujer justifique (mediante «su experiencia personal en un grupo de red social») la conducta de Rodríguez e intenté persuadir a L.G. de que no radique la denuncia.
Para completar la justificación (cómo sí fuese posible llevar adelante una operación tan nefasta, impune e inaceptable) se tomó declaración informativa a Darío Rodríguez, quien (obviamente) se negó a declarar.
Cómo es de imaginar, ya hemos señalado que: no se incautaron celulares ni libros de guardia/ personal, no se tuvieron en cuenta pericias necesarias a los involucrados y a la damnificada ni se ejecutaron procedimientos mínimos y requeridos por ley ante estos casos.
Es desvergonzado tomar como elementos de prueba testimonios de subalternos a sabiendas de que la institución policial es una organización vertical donde la desobediencia, o la delación, se paga con altos costos en las carreras policiales.
La lucha de Lucía, la enorme tarea del Centro de Asistencia a la Víctima (CAV), que la contuvo y acompañó, y la decisión del Fiscal General Marcelo Draghi permitieron que se desarchive la causa y se avance en determinar los sucesos, sus autores y sus cómplices.
Lucía, además, solicitó (en carácter de urgente) ser atendida por el Fiscal Darío Luis Mariuzzi (titular de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil N° 2 de Varela) que está subrogando ante la licencia del Titular Alejandro Rugeri.
¡Mientras tanto, el Comisario Inspector Darío Rodríguez es jefe del Comando de Patrullas de Berazategui como si no hubiera pasado nada!
Cabe destacar que la valentía de Lucía para continuar luchando por la JUSTICIA tan necesaria, será acompañada, a su vez, por el equipo que trabaja está temática en la Red de Organizaciones Comunitarias Monseñor Enrique Angelelli.
LOS HECHOS
Los hechos ocurrieron cuando la víctima, que a su vez es esposa de un policía de esa dependencia, había concurrido a la comisaría a realizar tareas de limpieza, dado que su marido estaba con carpeta médica y en la seccional se desempeñaba como cocinero. Fue en ese contexto en que, según denunció, el comisario Darío Rodríguez la habría acorralado y violado en su despacho.
La mujer relató en la Comisaría de la Mujer, ante su titular de apellido Venesa Fleita, quien la contuvo y asistió en estos 9 meses, que el comisario Darío Rodríguez, estando en la cocina de la seccional, le dijo «veni, veni un ratito y enfocó la mirada hacia el baño que estaba justo frente a su despacho. Yo voy confiada, mirando hacia el baño y me introduce hacia su despacho, había una cama y me sienta de golpe y me agarra del cabello y se desabrocha el pantalón. No se lo bajó por completo, tenía un cinto negro donde tenía el arma, todo el tiempo tuvo el arma. Había cerrado la puerta con llave, entonces me agarró del brazo y me obligó a que le practique sexo oral, después con el mismo brazo me puso boca abajo y ahí me bajó el pantalón y la bombacha y me penetró vía vaginal, intentó hacerlo vía anal, pero como yo hacía fuerza, no pudo».
El hecho finalizó cuando Rodríguez eyaculó en el interior de Lucia, quien brindó certeros detalles del interior del despacho del comisario. Indicó que el uniformado le recomendó que se callara al tiempo que la obligó a higienizar para que se retire.
Escandaloso modo en que se pretendió archivar el abuso sexual cometido por un comisario de Varela
18/12/2023