Hace 5 partidos que Defensa no gana, y ante Boca parecía que iba a ser empate, pero nuevamente se quedó sin nada. En la última del encuentro, Villa asistía a Vázquez para la victoria Xeneize.
Por Guido Cichello. -El fútbol tiene éstas cosas, fue Defensa y Justicia quien hizo el desgaste durante todo el partido, con más ganas y empuje que idas y buen juego, pero buscando siempre el arco de enfrente. Tuvo más claridad en el primer tiempo sostenido por Kevin Gutiérrez, eje en el medio campo, y en el segundo sin tanta claridad. Pero Boca no hizo nada para merecer quedarse con los tres puntos.
La más clara de Boca en el primer tiempo fue un remate pifiado de Medina, dentro del área chica, que terminó yéndose muy desviado. A los pocos minutos la visita protestó una mano dentro del área, que no existía. Ellos parados de contragolpe tuvieron una más, luego de una mala entrega de Souto. Por esa misma vía, Vázquez, que tenía pase claro para Villa decidía rematar para que Unsain se quede con la última de ese primer tiempo. Defensa intentó tener más la pelota, generar juego, pero ellos siempre estuvieron bien parados atrás y no pasaron sobre saltos en ese primer tiempo. El remate desde lejos de Ortíz, terminó siendo de lo más peligroso y no mucho más. En el comienzo del segundo tiempo Togni tuvo la apertura del marcador. Enganchó de izquierda a derecha y su remate se fue besando el palo de Rossi. Fue el arquero de Boca, quien a la jugada siguiente, salvaba su valla. Pasaban los minutos el Halcón insistía pero con poca claridad. Un remate de Frías desde lejos parecía ser lo último del encuentro. Pero Boca tiene un As en la manga que se llama Villa. El colombiano hizo la personal para asistir a Vázquez quien, tras pegarle mordido, le daba el 1 a 0 a Boca y así los tres puntos de visitante. El local fue todo impotencia, el hincha terminó reconociendo el esfuerzo con aplausos y canciones de aliento. Los jugadores dieron todo pero no les alcanzó. Igualmente Defensa deberá cambiar y mucho para revertir ésta imagen que viene dando en los partidos, tanto de local como de visitante. Dejó de ser ese equipo avasallante que presionaba en toda la cancha, que imponía su juego y generaba situaciones de gol y las convertía. Es cierto que cambió toda la delantera de unas semanas a la otra, pero ya desde hace un par de meses largos que Beccacece no le encuentra la vuelta a los nuevos refuerzos. Antes la excusa era el poco tiempo de trabajo, ahora claramente algo está fallando y no sólo es responsabilidad de los jugadores, también del entrenador. No hay futbol asociado como antes, el equipo no presiona alto, no obligad al error rival, ni tampoco tiene oportunidades claras de gol. Los adversarios también juegan, y en jerarquía de jugadores sacan ventaja, algo que en el semestre pasado no sucedía. Individualmente el Halcón podía plantarse ante cualquiera y hoy eso no sucede. La decisión de la dirigencia fue bajar el presupuesto mensual y con eso, la calidad del plantel. Los refuerzos que llegaron no están a la altura de los que se fueron y desde el trabajo en la semana, que es mucho, no se logra alcanzar el rendimiento deseado.
El próximo partido será el sábado a las 15.30 ante Banfield en Peña y Arenales. Hoy el Taladro jugará de visitante ante Rosario Central, pero ellos también vienen de una campaña irregular y con pocos resultados. Será un duelo de necesitados, dependiendo del resultado de hoy en Rosario. Defensa necesita ganar sí o sí pensando en la tabla de copas internacionales. Cada vez la tiene más difícil, pero no imposible. Una buena racha de triunfos le devolverá la tranquilidad de Beccacece y a su dirigidos.
