En la tardecita del sábado 19, el Tarumá Literario, primer encuentro de Florencio Varela abierto a todos los vecinos amantes de las letras, se acercó a la Biblioteca Popular «Lisandro de la Torre», ubicada en la calle del mismo nombre de la localidad de Bosques. Esta Biblioteca, que siempre albergó a los artistas que quisieran compartir lo suyo con ese barrio que crece día a día, propició la presentación de la joven Aylén Noelí Rojas, con su reciente edición de «El secreto de sus ojos rasgados», prosas poéticas dedicadas a los amores y vivencias de una joven en tiempos actuales. No se trata ya de la represión de los adultos de la antigua sociedad acartonada, sino de su opuesto: el miedo y la inseguridad en una sociedad convulsionada que por una parte no acepta los cambios, y por otra impulsa y alienta el abandono de valores, para conveniencia de algunos sectores y tristeza de muchos. Cada pasaje está vinculado a la alegría o el dolor de un amor que no se realiza, y lo expresa de un modo eficaz por lo sencillo. Además de los aplausos merecidos por la tarea que significa publicar un libro, también fueron dedicados a la labor de organizar y diagramar la edición por cuenta propia. También hubo aplausos para las otras escritoras que aportaron libros tales como «Historia de Lucrecia Malva contada por Lucrecia Malva» (Elvira Viera), «Huellas del pasado» (Lilia Brun), «Memorias de una viajera» (Delia Escalante) y «Desde mi arcoíris» (María Elena Abiuso). Un aporte más desde este encuentro que desde su creación (año 1996) hasta la fecha, ha enfrentado vicisitudes, pero también ha sido transitado por más de trescientos vecinos que quisieron ver su creación plasmada en las páginas de un libro. Sobrevivientes de esa lucha constante y del caos de la salud de los últimos tiempos, otra vez juntos en el hermoso espacio de la Biblioteca de Bosques, que permite un distanciamiento prudente entre quienes asisten, pero siempre con la esperanza de retornar a la Asociación Civil «La Conurbana», (Av. Del Trabajo 731 de Florencio Varela) el hogar en el que se han instalado desde hace ya varios años, y nombre con el que figura en las redes sociales más frecuentadas. El detalle de humor de la jornada literaria fue la ruletita donde todos ganan, y esta vez el premio fueron libros, donados por los integrantes del Tarumá Literario. La noche cayó temprano, con un verano que ya se despide, pero la alegría de estos vecinos no fue opacada por la puesta del sol, se charlaron proyectos y planes, y se habló del retorno con muchas esperanzas.
Z.O