Kicillof y sus ministros marcharán al Senado el próximo miércoles. Las tensiones quedaron encapsuladas, pero hay algunas señales que sostienen la discusión puertas adentro.
Una vez conocida la convocatoria a la sesión para el tratamiento de la Ley Bases del próximo miércoles, el peronismo -con epicentro en la provincia de Buenos Aires- dio un volantazo y dispone sus energías en armar una gran movilización hacia el Congreso con el objetivo de ejercer presión en la calle para que la norma no se trate. Entre las segundas líneas sigue la discusión interna sobre la conducción del espacio que por ahora está encapsulada, pero en un tiempo -admiten quiénes promocionaron el debate- volverá a ponerse sobre la mesa, publico el portal Infobae.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, había convocado a una gran movilización para cuando la ley se tratase. Fue al cerrar un plenario militante en Florencio Varela bajo la consigna de «La Patria no se vende». En ese acto, el último grande que llevó adelante el peronismo en medio de lo que había sido una mini temporada de interna a cielo abierto, posicionó a Kicillof como uno de los opositores centrales a la Ley Bases. También dejó en claro que la relación con La Cámpora no pasaba por su momento más ameno. Ningún ministro provincial ni intendente integrante de la organización participó de aquel evento.
Tanto en el entorno de Kicillof como de Máximo Kirchner coincidieron en que ambos dirigentes hablaron antes de aquel acto. Dos ministros provinciales le aseguraron a Infobae que desde ese momento, el gobernador y el presidente del PJ bonaerense retomaron el cruce de mensajes y el trato frecuente.
«No hay interna. Hay un gobernador que es peronista, al cual el Presidente eligió para atacar junto a toda la Provincia. Hay que respaldarlo, no hay mucha discusión en eso. El que no lo entienda que vuelva a un centro de estudiantes», admite un dirigente de la mesa política del gobernador. En rigor, los cruces públicos de meses atrás se acallaron.
No terminaron; más bien se pospusieron. Los llamados plenarios de «La Patria no se vende» que llevan adelante diversas multisectoriales «volverán en tres semanas o un mes», asegura un funcionario provincial que suele participar de este tipo de eventos. Fue en eventos de similares características donde afloraron las diferencias.
Hoy por hoy, las distintas facciones del peronismo que en la provincia de Buenos Aires se dividen y mixean entre los intendentes del PJ -que oscilan entre el acercamiento a Kicillof y a La Cámpora casi de igual manera-; el grupo de jefes comunales decididamente encolumnados en la figura del mandatario provincial; los movimientos sociales -hoy en su mayoría también apostados con Kicillof y con funciones ejecutivas en el Gobierno bonaerense- y el movimiento obrero coinciden en su objetivo inmediato. El rechazo a la Ley Bases.
«Lo único que le va a poner un límite a Milei es la gente en la calle. Por eso, el próximo miércoles tenemos que ser cientos de miles de argentinos y argentinas con banderas celestes y blancas», planteó este viernes el ministro de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Katopodis, tras participar de la conferencia que realizaron los principales gremios en la sede del SMATA para anunciar una movilización al Congreso. Las adhesiones para concurrir a la calle emanan de distintos sectores.
Las coincidencias sobre el impacto de la Ley Bases y el posicionamiento del peronismo es unísono. Lo que aún resta saldar -y no se resolverá en el corto o mediano plazo- es la conducción del espacio a nivel provincial y nacional.
FUENTE: Infobae