(Por el Dr. Sattar Jamshidpour) Argentina lleva acumulados más de 40137 casos de dengue en lo que va del año 2024. Un
incremento del orden de 2546% frente al mismo periodo del año pasado, según el informe del Ministerio de Salud de la Nación a través de un Boletín Epidemiológico Nacional del 24 de Febrero. La enfermedad presenta una circulación de tipo viral en 17 de las 24 provincias del país.
El dengue es una infección viral transmitida por la picadura de su vector el mosquito, Aedes Aegypti, originario de África, que llegó al hemisferio Occidental al principio de las exploraciones y la colonización de América (otro obsequio de colonizadores).
En la actualidad cerca de la mitad de la población mundial corre riesgo de contraerlo y cada año se producen entre 100 y 400 millones de infecciones. Aproximadamente 100 millones de personas se enferman por la infección y 40.000 mueren por dengue grave. El dengue es causado por uno de cualquiera de los cuatro virus relacionados: virus del dengue 1, 2, 3 y 4.
Una persona puede infectarse con el virus del dengue múltiples veces en su vida.
Clínicamente se clasifica en asintomático, clásico y grave (anteriormente llamado hemorrágico).
El dengue tiene un período de incubación de entre 3 a 15 días, y se divide en 3 etapas:
Etapa febril (días 0 a 5 de la enfermedad) Etapa crítica ( días 5 a 7 de la enfermedad) Etapa de recuperación (luego del 7° día de enfermedad).
El síntoma más común del dengue es la fiebre junto a cualquiera de los siguientes: Náuseas, vómitos. Sarpullido,Molestias y dolores (dolor en los ojos, generalmente detrás de los ojos, dolor muscular, dolor en las articulaciones o dolor en los huesos).
Los signos de advertencia de la evolución hacia el dengue grave ocurren en la última parte de la fase febril, alrededor del momento de efervescencia, e incluyen vómitos persistentes,
dolor abdominal intenso, acumulación de líquido, hemorragia mucosa, dificultad para respirar, letargo, inquietud, hipotensión postural.
Los síntomas de dengue pueden volverse graves en unas pocas horas. El dengue grave es una emergencia médica. Cerca de 1 de cada 20 personas que se enferman con dengue, presenta dengue grave. El dengue grave es un tipo de enfermedad más serio que puede causar shock, hemorragia interna e incluso la muerte.
Es más probable que usted presente dengue grave si ya ha tenido una infección por dengue anteriormente. Los bebés y las mujeres embarazadas tienen mayor riesgo de presentar
dengue grave.
Esté pendiente de los signos y síntomas de dengue grave. Los signos de advertencia generalmente comienzan en las 24 a 48 horas después de que ha desaparecido la fiebre. Si
usted o un familiar presenta cualquiera de los siguientes síntomas, inmediatamente vaya al centro médico o sala de emergencias local: Dolor o sensibilidad en el estómago, Vómitos (al menos 3 veces en 24 horas), Sangrado por la nariz o las encías, vomitos con sangre o sangre en las heces, Sensación de cansancio, inquietud o irritabilidad.
El tratamiento de dengue leve consiste en paracetamol, descanso e hidratación. No tomar, bajo ningún concepto, otros medicamentos para el dolor como Aspirina, Ibuprofeno u otros
analgésicos por su efecto anticoagulante.
Muchos de los recipientes donde el mosquito se cría no son de utilidad (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados). Por eso, deben eliminarse y evitar
que se acumulen, tanto en el interior de las casas como en el exterior (patio y jardín).
Si no se pueden eliminar los recipientes porque se usan permanentemente, evitemos que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores), tapándolos (tanques,
cisternas, aljibes) o cambiándoles el agua y lavándolos frecuentemente (bebederos de mascotas).
También es importante para prevenir la picadura del mosquito: Usar siempre repelentes
siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase. Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre. Colocar
mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.Protegiendo las cunas y cochecitos de bebés con telas
mosquiteras. Utilizar repelentes ambientales como tabletas y espirales.
La fumigación no es suficiente para eliminar el mosquito. La aplicación de insecticidas es una medida destinada a eliminar a los mosquitos adultos, pero no a los huevos y a las
larvas.

El doctor Hugo Pizzi, infectólogo, Epidemiólogo, Magister en Salud Pública y Profesor de la Universidad Nacional de Córdoba, explicó que la situación del dengue en Argentina es
grave. “El panorama es preocupante, ya que los casos de dengue están subiendo de una manera exponencial. Estamos llegando a los 50 mil casos, pero la gran preocupación son los 300.000 casos que ya contabiliza la Argentina desde el año 1997 con el primer brote grande ocurrido tras la gran inundación en Tartagal, Salta”, precisó.
“Estas personas ya tienen un cuadro de dengue y son los más frágiles antes la posibilidad de que un mosquito las pique con otro serotipo, lo que puede llevar a la condición de
dengue grave”, agregó el experto.
Me surgen muchas interrogantes, planteando algunas. De los países que son endémicos de dengue ¿cuáles pertenecen al primer mundo? ¿Por qué no podemos erradicar el dengue?
Todas las autoridades que administran la salud a nivel nacional, provincial y municipales deberían tener alguna respuesta.
El primer responsable por lejos es el Presidente de la Nación. Sea quien sea y de cualquier color político. El segundo responsable sería el Ministro de Salud de la Nación que debe tomar estrategias acorde a la situación. Cuando el Boletín Epidemiológico nacional, a través de datos obtenidos, desde la primera semana epidemiológica hasta la fecha anuncia una curva ascendente del dengue, deberían imaginarse que los casos no ceden por sí solos.
Lamentablemente no hubo proyección. No se hizo nada o se hizo poco. Medidas preventivas como educación sanitaria, fumigación, compra masiva de repelentes estuvieron ausentes.Y llegamos a dónde no deberíamos llegar, a la ALERTA EPIDEMIOLÓGICA.
El estado nacional en lugar de estar feliz por comprar 7500 mil dólares y aumentar las reservas, también tendría que aspirar a ser feliz con la disminución de los datos epidemiológicos del dengue con respecto al año pasado.El aumento de casos produce
morbimortalidad, satura aún más un sistema de salud ya colapsado. El ausentismo por enfermedad genera pérdidas millonarias.
Acá nadie salva. Hubo tiempo para evitar llegar a la alerta epidemiológica, lo que no hubo fue proyección, imaginación, eficacia, eficiencia. Acá no hubo prevención en el momento
adecuado. Acá no hubo nada, sino no llegábamos a esta situación. Responsables somos todos. Nosotros por no tomar medidas preventivas en nuestro hogares y las autoridades por
no cuidarnos.
Fuentes: OMS, OPS, Ministerio de salud de la Nación, Ministerio de Salud de la Provincia de Bs.As. Fuente:  infobae.