El titular del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, Agustín Salvia, reveló una encuesta sobre el alarmante aumento del tráfico de drogas.
Dos hechos recientes parecen haber puesto nuevamente el tema del narcotráfico en la agenda pública: las declaraciones de la ministra de Educación porteña Soledad Acuña acerca de la relación entre la pérdida de clases de los niños y el narco y los casos envenenamiento por cocaína adulterada. En esa línea, el director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, reveló detalles de una encuesta que ilustra la situación actual acerca del tráfico de drogas.
La presencia del narco
«En el 40% de los hogares pobres hay presencia del narcotráfico en su barrio», sentenció Agustín Salvia, este lunes (7/2) en declaraciones a Radio Rivadavia.
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La sociedad argentina tiene importantes desafíos en pos de garantizarlos. El flagelo de la droga afecta especialmente a los más vulnerables.
«Nuestra encuesta apunta al negocio del narcotráfico, en el marco local, en un contexto de creciente demanda. Es algo que no es nuevo, teniendo un crecimiento muy importante en los últimos años. La crisis del 2000 generó una situación, no solo de pobreza sino que también de integración al mundo del narcotráfico y el narcome nudeo», profundizó Salvia.
Según el Informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina «el 23% de los vecinos señalaron que en su cuadra hay venta o tráfico de droga».
«Hay fuerzas de seguridad y un sector político que lucha contra esto, no hay connivencia de toda la policía. La estigmatización no es correcta», advirtió el especialista.
Narcomenudeo
«El narcotráfico ha penetrado en la sociedad con el narcomenudeo», indicó el director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA y resaló: «En el 40% de los hogares pobres hay presencia del narcotráfico en su barrio y creemos que la cifra asciende al 60% en las villas».
«La ausencia de la escuela fue importante, niños y adolescentes desvinculados del mundo escolar han quedado en la calle. El consumo se reactivó más rápido que la economía», explicó Salvia y sostuvo que «hay medidas que parecen progresistas pero terminan violentando los derechos de las personas» .
