La pregunta hecha ayer al Presidente del Concejo Deliberante de Florencio Varela, Gustavo Rearte, por este diario, fue: ¿Qué determinación tomará el Concejo Deliberante con el condenado concejal Diego Giménez?
Respuesta: -No hay nada.
Repregunta: -¿Para que tengan algo de Giménez, que necesitan, o mejor dicho qué debe suceder?
-Respuesta: Que la justicia se expida definitivamente.
El edil Diego Giménez, condenado en diciembre pasado a 1 año y 4 meses de prisión, por una de las tantas causas penales que tiene en su contra como parte de la UOCRA Quilmes, asumió en diciembre de 2021. Integraba el 5to lugar la lista 1A, 506, de Juntos, encabezada por Mario Kanashiro. En esa elección Juntos logró tres bancas. Juraron Mario Kanashiro, Evangelina Lemme y Ezequiel Jarvis. En esa sesión Jarvis solicitó licencia y fue convocada la siguiente en la lista: Ivana Liliana Galva. Giménez esperaba en la silla de invitados las cinco palabras «mágicas» de Galva: «Solicito licencia a mi banca» Y así llegó Giménez, quien meses después se autoreferenciara como el hombre de Cristian Ritondo en Florencio Varela.
¿No debería Galva presentarse en el Concejo Deliberante para asumir su banca y de esa manera Giménez se alejara de la institución?
Para el presidente del Concejo Deliberante se deben agotar todos los pasos de la justicia y esperar a que el fallo quede firme. Pueden pasar 10 años como mínimo. A Giménez le quedan 10 meses como concejal. Habrá de percibir en total de dieta unos $17.000.000 y como si fuera poco no participa de la sesiones. ¿Qué sanción puede aplicar el Concejo Deliberante por las reiteradas faltas?
¿Cuánta honorabilidad está dispuesto a perder el Concejo Deliberante en la connivencia que todos los concejales, haciendo la vista gorda, le dan impunidad al concejal Diego Giménez, recientemente condenado por la justicia? ¿Por qué los concejales se prestan ante la institución que representan e integran, a permitir hechos lamentables generados por el edil, como el video que trascendió en las redes, totalmente alcoholizado y arrojado a la vereda por los custodios de un boliche de la avenida Calchaquí? ¿Acaso esto no desprestigia a la institución/concejales? ¿Los actuales concejales están dispuestos a perder todos los días un poco más de honorabilidad? ¿Si el edil está enfermo, debe legislar para la comunidad, la que le paga una importante dieta mensual ($ 1.700.000)? ¿No es momento para que dé un paso el costado?
¿Por qué el Concejo Deliberante permite que la comunidad con sus impuestos deba pagarle el sueldo a estos personajes si honra? De Honorable ya no le queda nada al deliberativo de Florencio Varela.
Hay en trámite, en distintos juzgados penales, decenas de denuncias contra Giménez y por distintos delitos; en su rol como dirigente de la UOCRA. Esos hechos ¿no son como mínimo punibles en el marco del artículo 254, punto 3 de la Ley Orgánica de la Municipalidades? ¿No es una transgresión «muy grave» el abuso de armas, la asociación ilícita, amenazas y la condena, de diciembre pasado, en suspenso pero condena al fin, que tiene éste concejal?. ¿Cuáles son los argumentos que tienen los ediles para hacer la vista gorda? ¿Acaso esas conductas no la deberían encuadrar en el capítulo 10 de la LOM?
Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor Ignorante, sabio o chorro, pretencioso o estafador.
Todo es igual, nada es mejor
¡Lo mismo un burro que un gran profesor!
No hay aplazaos, qué va a haber, ni escalafón
Los inmorales nos han igualao.
Letra de Cambalache
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Lista de Juntos
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Ezequiel Jarvis
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Ivana Galva
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Diego Giménez el dia de su asunción como suplente.
