(Por Agencia La Barriada)
En Florencio Varela como en el resto del país desaparecen personas cuyas historias terminan siendo olvidadas por los medios de comunicación y las redes sociales, pero sus búsquedas continúan incansablemente por las familias y amistades.
Nataly Gonzalo es una joven del barrio San Rudecindo de Florencio Varela que al momento de desaparecer el 4 de marzo del 2012 tenía 15 años y era hipoacúsica, se encontraba con sus padres y hermanos en un camping en el balneario de Hudson, partido de Berazategui, junto al Río de la Plata. Los testigos sostienen que la vieron dirigiéndose a un kiosco y comunicándose con unos jóvenes y nunca más se supo de ella a plena luz del día en un lugar con mucha concurrencia.
La investigación recayó en la titular de la Fiscalía N°4 de Berazategui, Silvia Borroni, quien siguió una pista que la llevó al paraje rural La Aurora en La Banda, Santiago del Estero. De manera infructuosa intentó que el juez del lugar ordenara allanar unos campos privados. Esa pista considerada importante chocó con la negativa de la justicia santiagueña aduciendo que eran campos privados, como si eso pudiera ser un impedimento. La duda que se despierta es quiénes eran dueños de los campos a los que el juez se negó a allanar. Todos estos años la familia de Nataly continúa en absoluta soledad buscando datos sobre su paradero sin que se pueda descifrar qué sucedió.
Una investigación del diario La Nación del 8 de marzo del 2023 aporta datos escalofriantes sobre la cantidad de mujeres desaparecidas en la Argentina, son más de 5.000 y en su mayoría la justicia ya no las busca. Un promedio de 200 mujeres por mes desaparece e ingresan al Registro Nacional de Personas Desaparecidas, a esos números debemos sumar a los varones y disidencias (miembros de la Comunidad LGTBIQ+) de diferentes edades.
Argentina hace muchos años vive esta realidad brutal donde se cree que una parte importante de esas mujeres desaparecidas son llevadas a redes de trata. La justicia, las fuerzas de seguridad, las autoridades políticas ¿No ven los sitios donde reina el proxenetismo y las redes de trata que representan un tipo de violencia, explotación sexual y violación a los DDHH de mujeres, NNyA (niñas, niños y adolescentes) y diversidades? En Florencio Varela fuimos testigos de la red organizada por el concejal proxeneta Daniel Zisuela (que captaba, esclavizaba y forzaba a jóvenes mujeres a ejercer la explotación sexual a las que él las sometía) a la vista del resto de los y las concejales. Según declaraciones de las víctimas la red involucra a funcionarios municipales, dirigentes políticos, sociales y sindicales. Esta causa muestra que efectivamente las redes no se ven y las víctimas no son encontradas porque simplemente no quieren, la participación de distintos sectores del poder en estos delitos aberrantes hace que las desapariciones continúen engrosando las cifras. La condena a Zisuela y la continuidad de la causa también demostró que las redes de apoyo a las víctimas pueden ser mas fuertes y lograr que la justicia finalmente actúe como garante de derechos y no como encubridora de delitos.
En estos días que muchísimos varelenses están preocupados por Loan, el niño desaparecido en la provincia de Corrientes, es importante recordar que en Varela faltan Roxana Villalba, Nataly Gonzalo y Lucas Escalante por nombrar solo algunas personas de una larga lista. También es importante recordar que las personas no desparecen, sino que son secuestradas por alguien, lo que lleva a pensar en los responsables de esas ausencias.
La trama de responsables y complicidades a la que se enfrentan familiares y amigues es gigantesca, pero no invencible. La persistencia y la construcción de redes de solidaridad y organización comunitaria es mucho más fuerte y puede llevar al paradero de las víctimas, a la justicia y a la condena por los delitos cometidos por sus captores.
Mantener la memoria activa y acompañar a las familias es fundamental para que la justicia finalmente cumpla su rol.
