(Télam) Una alcalde mayor del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) fue declarada no culpable por un jurado popular por el crimen de un preso, muerto de tres disparos con posta de plomo durante una protesta en la Unidad 23 de Florencio Varela, en reclamo de arrestos domiciliarios ante el avance de la pandemia de coronavirus, en abril de 2020.
Fuentes judiciales informaron que el jurado popular consideró que existía una «duda razonable» para condenar a Eliana Daniela Heidenreich (37) por el «homicidio calificado por haber sido cometido por un miembro del Servicio Penitenciario y mediante el empleo de arma de fuego» de Federico Rey (23).
De acuerdo a los voceros, durante el debate, el fiscal de juicio, Dino Maistruk, y la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), en representación a la familia del fallecido y como particular damnificado institucional, solicitaron en sus respectivos alegatos que Heidenreich sea condenada por ese delito, que se castiga de con la prisión perpetua.
Una fuente judicial explicó que en el debate no surgió quién pudo haber sido el autor de los disparos que mataron a Rey, más allá de la alcalde, quien llegó al juicio en libertad.
Heidenreich era jefa del Grupo de Asistencia y Seguimiento (GAyS) cuando el 22 de abril del año 2020, en pleno Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) por la pandemia de coronavirus, se dirigió armada con una escopeta calibre 12/70 de la fuerza al muro perimetral de la prisión para actuar ante una protesta de un grupo de presos que había subido a los techos para hacer visible su reclamo para conseguir la prisión domiciliaria.
La señora «robusta», «rubia», «grandota», «de apellido raro que comienza con H» fue rápidamente así identificada por otros penitenciarios y presos como quien se ubicó entre los puestos 2 y 3 del muro y efectuó los tres disparos con cartuchos multipropósito -que tienen munición de plomo- que mataron a Rey, según consta en el auto de elevación a juicio firmado por el juez de Garantías de Quilmes Adrián Villagra, al que tuvo acceso Télam.
Rey, un joven oriundo de la localidad de Monte Grande, donde fue criado por su padre y su tía, estaba bajo prisión preventiva desde 2018 por el delito de robo. Murió prácticamente en el acto en el techo del penal, donde se desplomó, informaron los peritos.
«Luego de posicionarse en el angosto pasillo que se encuentra en el muro perimetral de las Unidades Penitenciarias, frente a los pabellones que habitan los internos, conocido en el ambiente penitenciario como cajón, (la acusada) apuntó hacia donde se encontraba el interno Rey, realizando varios disparos, siendo el primero de ellos el que llamó la atención de todos los compañeros-camaradas de Heidenreich (…) quienes le advirtieron que estaba disparando con cartuchería letal, con posta de plomo, y que por ello cese en su accionar», describió el fiscal Cristian Granados, en su requerimiento de elevación a juicio.
La oficial penitenciaria, quien actualmente se encuentra separada de sus funciones y sometida a un sumario administrativo del SPB, está en libertad desde agosto de 2020, cuando fue excarcelada por la Sala II de la Cámara de Apelaciones de Quilmes, que consideró que no existía riesgo de fuga ni entorpecimiento de la investigación y que ya la había beneficiado con un cambio de calificación de la causa a «homicidio culposo», es decir, sin intención.
Además de Heidenreich, en la causa se encuentran acusados de encubrimiento agravado otros dos integrantes del SPB, el subprefecto Gastón Darío Abila (36) y el prefecto mayor Gabriel Darío Bergonzi (43), quienes serán juzgados en otro debate.
Según la autopsia, Rey murió a raíz de tres impactos de proyectil de plomo: uno en el parietal derecho, otro en la zona posterior del cuello y un tercero en el hemitórax.
El informe balístico realizado en la causa concluyó que «las tres vainas mencionadas han sido disparadas y accionadas por una misma arma de fuego» que fue una «escopeta marca Magtech, calibre 12», «accionada por la imputada Heidenreich», indicó la acusación fiscal.