Desde el sindicato que representa a las y los profesionales de la salud en el ámbito de Florencio Varela queremos expresar nuestro más profundo repudio al episodio de violencia que tuvo lugar el pasado jueves 17 de octubre.
El agente Daniel Besada, quien se desempeña como sereno y ha sido denunciado sistemáticamente por dos compañeras del CIC por hostigamiento, acoso y violencia de género, atacó nuevamente a la Trabajadora Social Evangelina Guilledo.
Lamentablemente, ella y sus compañeras de trabajo tuvieron que padecer una nueva expresión de violencia. Nunca fue apartado de su cargo, a pesar de las denuncias, las y los funcionarios a cargo NO HAN HECHO NADA.
Compartimos la cronología de notas presentadas:
13/11/23: Nota a Coordinador José Luis Imineo solicitando el pase de Centro de Salud por acoso laboral.
1/12/23: Denuncia en Dirección de Legales por la demora en la respuesta por parte de Secretaría, supuestamente aplican protocolo Ley Micaela.
14/02/24 Nueva nota al Coordinador José Luis Imineo, quien ya había sido notificado verbalmente.
19/06/24: Nota al Sec. De Salud Rubén Trepichio solicitando inmediata intervención.
8/7/24: Nota en medios de comunicación con el relato de los sucesos.
14/8/24: Solicitud de la Comisión Directiva para que la Comisión de Ética Seccional evalúe sanciones para José Luis Imineo que es afiliado.
13/9/24: Nota al delegado del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires solicitando intervención ante los episodios de violencia.
17/10/24: El violento Daniel Besada ingresa al CIC donde se encontraban las compañeras reunidas con amenazas y agresiones físicas.
Los inconvenientes con esta persona vienen de larga data, dado que las ha hostigado sistemáticamente desde hace años, obteniendo por toda respuesta la propuesta de traslado de lugar para las compañeras víctimas de violencia. Ellas están teniendo que afrontar las consecuencias del maltrato realizando tratamiento psicológico.
Les advertimos en su momento que las compañeras no están en condiciones físicas y psicológicas de afrontar un cambio y la adaptación que ello implica, especialmente teniendo en cuenta que no son las que generan el problema y resulta una gran injusticia plantear esa alternativa como forma de resolución del conflicto.
Todavía seguimos esperando una respuesta clara de todos estos funcionarios, a quienes hacemos responsables de la situación de padecimientos de salud mental de las compañeras y de los riesgos para su salud física y psicológica a los que siguen expuestas por su inacción.
Reiteramos que es indispensable la capacitación en temas de género, pero también es necesario intervenir cuando estos episodios se producen porque si no se cae en una gran hipocresía donde se sostienen discursos progresistas, como es el caso de este municipio, a la vez que se perpetúan prácticas patriarcales y que es necesaria la adopción de un enfoque inclusivo e integrado que tenga en cuenta la perspectiva de género para combatir y eliminar la violencia laboral y especialmente hacia las mujeres en los ámbitos de trabajo.
Comisión Directiva
CICOP F. Varela