Por el Dr. Sattar Jamshidpour

Este día fue consecuencia de un paquete de crisis: institucional, política, económica y social. Se reconoce también como el Argentinazo.
Fue el punto final de un gobierno en crisis, prácticamente desde su inicio. Chacho Alvarez, el vicepresidente de la coalición, no tardó mucho para dar un portazo y renunciar, denunciando hechos de coimas en el Senado de la Nación.
Con la salida del vicepresidente a su cargo, De la Rúa perdió el apoyo de un sector del peronismo que integraba la unión para derrotar a Eduardo Dualde.
Uno de los eslóganes de la campaña electoral de Fernando De la Rúa fue: conmigo un peso, un dólar.
La crisis del plan de convertibilidad comenzó desde 1997, su curso y fue factible por el apoyo del FMI.
Desfilaron diferentes hombres en cartel de economía para sostener la convertibilidad, pero tuvieron que dar un paso al costado. Llegó el súper ministro de Menem, para con Cavallo para estabilizar una economía en recesión. Como ya no había nada para rasguñar, tomaron los depósitos.
Ya el corralito estaba en marcha. Domingo Cavallo, no comprendió que las condiciones internacionales habían cambiado. Muchos países, incluyendo el país vecino Brasil, para salvar su economía tuvo que devaluar su moneda.
Cuando en el 29 de Noviembre de 2001 los grandes inversores decidieron retirar sus depósitos de los bancos el sistema bancario colapsó por fuga de capitales, el FMI se negó a refinanciar la deuda y conceder un rescate. Esta decisión provocó la caída libre del presidente De la Rúa.
No había fórmula para salir de la crisis. Las protestas y manifestaciones diarias de múltiples entidades políticas hacían imposible la gobernabilidad. La noche del 19 de Diciembre, el presidente De la Rúa habló por cadena nacional para anunciar por decreto el estado de sitio, suspendiendo las garantías constitucionales.
Que se vayan todos fue la última sentencia del pueblo. A pesar del estado de sitio, las calles de Bs As y de otras ciudades, colmaron las calles, dando renuncia de Domingo Cavallo.
El resto del gabinete también puso sus renuncias a disposición del presidente. En un último intento, Fernando De la Rúa propuso dialogar con el peronismo para reformular un gobierno
de la unidad que fue rechazado.
A las 19.37 horas del día 20 de Diciembre, renunció a la presidencia sin pena y gloria.
Con su renuncia, dejó un gobierno que nunca estuvo a la altura de las circunstancias.
Esclavo de una economía neoliberal de años de fracaso. El saldo de este periodo fue más endeudamiento, hambre, desocupación, usurpación de depósitos, anarquía, desconfianza y muertes injustas.
Pasando 22 años de aquel triste día, que flageló la democracia, juremos defender nuestros derechos con puños y dientes.