Lo que faltaba. Por arreglos entre docentes y proveedores del SAE reemplazan alimentos para los chicos por carne para presuntas fiestas privadas.

El Servicio Alimentario Escolar de la Provincia de Buenos Aires tiene como objetivo general el hecho de «garantizar el derecho a la alimentación, mejorando la aptitud para el aprendizaje y las condiciones de salud de la población escolar de la provincia, promoviendo una cobertura nutricional igualitaria y equitativa para todos los niño/as, focalizando a los más vulnerables. El programa debe contribuir al crecimiento y desarrollo biopsicosocial, al aprendizaje, al rendimiento escolar y a la formación de hábitos alimentarios saludables de los alumnos, mediante la oferta de un desayuno/merienda y/o un almuerzo, consistente en su diseño con estos objetivos, que será monitoreado y auditado por el SAE»
Al menos esto dice la página web oficial del Ministerio de Desarrollo Social. En la práctica y por los hechos que habremos de relatar, en Florencio Varela para muestra falta un botón.
El remito Nº 70298 del proveedor que asiste a la Escuela Nº 501, a la que asisten 120 chicos con capacidades diferentes, ubicada en la calle Chacabuco entre Avenida San Martín y 25 de Mayo, frente a la Plaza San Juan Bautista, da cuenta de la entrega de 38 kilos de carnaza. El remito 70291 marca otros 7 kilos de carnaza. La mercadería fue entregada el miércoles 5 del corriente mes y antes de llegar al colegio pasó por la Estación Municipal de Bromatología, organismo oficial que certificó la entrega con el sello oficial. Es decir que vio los 45 kilos de carnaza.
La mercadería del proveedor ingresó al colegio junto con lentejas, arroz federal amarillo, aji morrón, aceite, puré de tomate, manzanas, turrón de maní, pan y queso sardo. Sin embargo, la carnaza no tenía más de 3 kilos, de los 45 facturados y recibidos por la autoridad del colegio, con la certificación de la Estación de Bromatología municipal.

El faltante fue reemplazado por al menos dos ganchos de chorizos, patys, carne picada y lo necesario para armar sándwiches de miga. También llegaron tres packs de jugos en botella, con un total de 18 unidades. Y un Pack de 6 unidades una gaseosa.

La pregunta es de manual: ¿Los alumnos de una Escuela emblemática como es la 501, para chicos con capacidades diferentes, consumen en sus almuerzos patys, chorizos, sándwiches de miga y jugo embazado ? La respuesta es NO.
Varela al Día pudo conocer que estos alimentos estarían destinados a una fiesta de los docentes, en el mismo lugar donde funciona la Jefatura Distrital de Educación que conduce Alfredo Schveizer.

¿Quién puso la firma por 45 kilos de carnaza cuando llevaron en su reemplazo chorizos, patys, carne picada, sándwiches de miga y tres packs de jugo? ¿La directora no sabía nada? ¿El Jefe Distrital de Educación no se enteró de la fiesta? ¿Estaba invitado? ¿La Estación de Bromatología cómo vio los 45 kilos de carnaza? ¿Qué arreglos especiales hay para que sucedan estas cosas? ¿No hay algo de vergüenza en sacarle la ración de comida a los chicos con capacidades diferentes para reemplazar su alimento con favores para otros? ¿Qué dice el Consejo Escolar de todo esto? ¿Que dicen los Consejeros Escolares? ¿Que dice el intendente de esto?¿ ¿Qué dice el Presidente del Partido Justicialista que ha presentado la lista con consejeros escolares que van por la reelección? ¿Qué dicen los gremios, que muchos de ellos se han vuelto oficialistas y ante situaciones con estas hacen silencio y sus dirigente ocultan la cabeza como el avestruz? Esto que sucedió es muy grave y demuestra a las claras que existe y es normal.

PELIGROSO
ANTECEDENTE
Florencio Varela tiene un antecedente delictivo con la comida de los chicos. Ocurrió en setiembre de 2004. Por entonces el Suteba era opositor y no oficialista como el actual. Aquel SUTEBA denunció desmanejos en el Consejo Escolar que conducía Carlos Simioli y tenía como tesorera a Viviana Ozán, la madre de Florencia Casamiquela, quien también estaba nombrada en el Consejo Escolar y con horas sin cumplir. Varela al Día se hizo eco de las denuncias de los docentes. Los chicos comían porquerías cuando se facturaba por alimentos de primera calidad. Había un claro retorno. Se hizo eco de nuestras publicaciones el programa Punto Doc. La periodista Lorena Maciel hizo el informe, con el director de este diario. Intervino la justicia y tanto Simioli como Ozán terminaron presos. El Consejo Escolar fue intervenido. Un escándalo, como éste, en plena campaña electoral.
Dirán desde el Consejo Escolar o desde la Escuela que los chorizos, los patys, los sándwiches de miga y los jugos era para la fiesta del 9 de Julio. Y si así fuera, ¿porqué el viernes, con nuestra publicación en la calle, una camioneta del proveedor llegó a la Escuela 501 y se llevó la prueba del espurio desmanejo de fondos públicos? Alguien supo decir hace unos años «con la comida no se jode» Vale también decir que «Con la comida de los chicos con capacidades diferentes no se jode».
Juan Perón, supo decir que «los únicos privilegiados son los niños». En Florencio Varela parece que NO. La política se renueva con lo viejo de la política. A ver qué fiscal se hace cargo de estos vergonzosos hechos.