Desde el Juzgado de Garantías 6 de Florencio Varela, se resolvió pasar a la etapa de juicio una causa, en la que se investigaron hechos de violencia sexual de un comerciante dueño de una perfumería contra una joven empleada. Podría ser condenado a 4 años de prisión efectiva.

El día 28 de agosto de 2023, en el interior de la perfumería de calle Perón entre Alberdi y Monteagudo de Florencio Varela, José Alberto R. aprovechándose de su condición de jefe del comercio ejerció actos de violencia sexual contra la empleada Valentina, tocando partes íntimas del cuerpo de la joven y obligándola a tocarlo.

Pruebas:
Valentina relató que el lunes ingresó a las 08.30 horas, que el imputado estaba adentro con las luces apagadas y la persiana baja, cuando ingresó le dio la cartera en la parte de la caja, porque él siempre les pedía las pertenencias antes de entrar, al igual que el celular porque no se podía usar durante la jornada laboral. Tras ello, comenzó a ordenar unas cajas que estaban en el suelo y él seguía en la caja, afirmó haberse sentido «insegura» porque estaban solos, hacía una semana que trabajaba y siempre entraba a las 09.00 horas, pero una de las encargadas le pidió que ingresara antes; por esto intentó estar lo más lejos posible de él, porque era muy expresivo por ejemplo, «…en lugar de pedir permiso te tocaba la cola o agarraba de la cintura, el mostrador es muy angosto literalmente dos personas juntas se chocan entre sí, en una ocasión yo estaba bajando de la escalera y me dí vuelta y él me estaba mirando la cola…». Que luego, ella se ubicó en la computadora, y él se acercó, se puso atrás de ella y le dio vuelta a la fuerza, le agarró la cara y la besó, mientras la tomaba del pelo y le metía la mano por dentro de la campera en la parte de atrás y le tocó la zona de los glúteos y la apretaba contra él, le sacó las manos de los bolsillos y la obligó a que le toque su parte íntima, ella sacó la mano, porque él hacía presión, mientras le decía «…dale sácame las ganas que te tengo…» y le volvió a agarrar la mano y ponerla en el pene, que él gemía…», mientras ella le decía que no quería, «…que por favor salga, hasta que se alejó…» y le dijo «…no sé cómo voy aguantar las ganas que te tengo…».
Otra empleada agregó que José miraba a Valentina «asquerosamente», que pasaba y la tomaba de la cintura y le decía que era muy linda y dulce y que lo ha visto pasar y apoyar sus partes íntimas sobre el cuerpo de sus empleadas mientras estaban atendiendo, y que solía hacerlo con las chicas que le gustaban.
Por su parte, la Psicóloga forense afirmó que la joven denunciante no miente y sufre trastornos del sueño.

Defensa:
El defensor particular sostuvo que la declaración de la joven no es suficiente para pasar a la etapa de debate.

Los fundamentos del Juez Agüero
Que Valentina, declaró en forma precisa sobre los hechos, los cuales sucedieron sin la presencia de persona alguna, ya que sucedió cuando estaban solos con luces apagadas y la persiana baja del local, todas estas condiciones demuestran que el imputado preparó el escenario para llevar a cabo sus actos de violencia sexual sin la existencia del mínimo testigo y para luego poder negar los hechos.
Sumado a ello no puedo dejar de mencionar que otras empeladas han relatado situaciones similares que observaron y me llevan a sostener la veracidad de los dichos de la denunciante.
Así el imputado, aprovechándose de la desigualdad de poder, hombre y empleador sobre una joven mujer, recién empleada en un lugar cerrado y bajo las sombras que él provocó, ejerció actos de violencia sexual.
Próximamente, el imputado llegará a juicio en libertad y en caso de resultar condenado por el delito de abuso sexual simple en los términos del artículo 119 1er párrafo del Código Penal, podría enfrentar una pena de seis meses a cuatro años de prisión.