Operaban en la esquina de Avenida San Martín y Güiraldes. Los vecinos llamaron a la policía, ante los ruidos que escuchaban de madrugada en la boca subterránea de cableado. El traca, traca los delató. La Justicia ordenó su liberación. ¿Quién paga los destrozos?
Los vecinos de la calle Güiraldes, entre avenida San Martín y Yapeyú, del barrio Gobernador Monteverde, están conectado por un grupo de Whatsaap. En lo que va del año comenzaron a observar movimientos extraños en una boca subterránea ubicada en la esquina de Güiraldes y San Martín. Más allá de los ruidos que se escuchaban, en el lugar pasa buena parte del cableado de AySA, Movistar e internet. Llamaba la atención la improvisada “tapa” de madera con una piedra de sosten. Días pasados dieron aviso a la policía por un sujeto que vieron ingresar a la cámara subterránea. Llegó el patrullero. Eran tres. Dos escaparon. Sospechan los uniformados que salieron por otra boca subterránea.
El aprehendido fue liberado por la justicia a las pocas horas y como si fuera poco le devolvieron las herramientas.
La madrugada del 3 del corriente una familia con chicos estacionó un carro sobre la boca subterránea. Como en el Robo del Siglo. Dicen que los corta cable descendieron colgados de una soga atada al eje de las ruedas del carro. Llegó la policía y se llevaron el carro con toda la familia. Nadie pudo asegurar si en la boca subterránea, la que dicho sea de paso tiene un metro de agua en su interior, estaban los corta cable. Sin embargo el lunes por la noche los ruidos regresaron. Traca, Traca, Traca, Traca. Los vecinos nuevamente llamaron a la policía. Llegó el patrullero, destapó la boca subterránea y del interior emergieron dos sujetos que con el aparejo Traca, Traca, arrastraban el cableado para ir cortándolo. Aprehendidos y trasladados a la comisaría tercera. Fueron liberados por la justicia en horas de la mañana. Quizás regresen al lugar, pues el delito es excarcelable. ¿Quién paga los destrozos? La gente…