El segundo tiempo estuvo demás. Tan solo 45 minutos le bastaron al Halcón para golear a Atlético de Tucumán en el Tito Tomaghello. Fútbol total el de Vaccari ante un muy flojo rival.
Por Guido Cichello. Todo bien hizo el equipo de Vaccari en la tarde varelense. Ellos salieron a esperar y a ver qué pasaba, pero Defensa golpeó rápido y todo se facilitó. Atlético se refugió en su zona, pero con mucha pasividad en la marca. El primero y el tercero fueron 2 golazos para enmarcar en un cuadrito, el restante, fue de Uvita de penal. El 1 a 0 llegó luego de una triangulación del centro hacia la izquierda, SantAnna tiraba el centro para que Solari, con el muslo, la mande a guardar. Jugada colectiva, buen contragolpe, todo a un toque, y definición a la red. El Halcón era práctico, y conseguía la ventaja. Atlético no desesperó y continuó su juego mezquino. El segundo gol fue de penal, una dudosa mano dentro del área de Atlético terminó en lanzamiento desde los 12 pasos de Uvita Fernández, en el primer intento falló pero el arquero Marchiori se adelantaba y le daba revancha al goleador. Defensa se ponía 2 a 0 a los 36 minutos del primer tiempo. Ellos sólo habían tenido 1 que daba el travesaño tras una pelota parada y nada más. Y fue a poco del final, de esa primera mitad que otro contragolpe veloz bien manejado por Barbona, derivó en el tercero. Defensa se floreaba, manejaba el partido y la tarde pintaba para goleada. Pero en el segundo tiempo sacó el pie del acelerador. Entendió cómo planchar el juego, el ingreso de Casatellan por el lesionado López, le daba al equipo más pausa y control de la pelota. Ellos seguían generando poco juego, algún centro cruzado pero nada más. Era todo del equipo de Vaccari que metió los cambios pensando más en cerrar el partido que en ampliar la ventaja.
Defensa jugó un partidazo desde donde se lo mire. Tuvo firmeza en el fondo, presión y buen trato de balón en el medio y efectividad en los últimos metros. Es cierto que el penal de Uvita le dio la tranquilidad necesaria, pero nadie puede negar la supremacía que hubo entre uno y otro equipo. En cuanto a nombres, todos jugaron por encima de los 6 puntos. Unsain casi no tuvo sobresaltos y siempre correcto con la pelota en los pies, siendo el primer jugador ofensivo del equipo. Los centrales siguen firmes, lo mismo que los laterales. En la mitad de cancha, Gutiérrez jugó cómodo y con Castellani también se entendió bien. Por el centro Bogarin y Barbona, le dieron fútbol y mucha movilidad, y arriba, Solari y Uvita, siempre complican y son una preocupación. Hay cosas que ajustar es cierto, pero jugando así, con esa precisión en velocidad y esa entrega, serán más los partidos que el equipo gane que lo que pierda. Hay que mantener los pies sobre la tierra y saber que todavía hay mucho camino por recorrer.
El Halcón está volando cada vez más alto y sabe que jugando así, le puede ganar a cualquiera donde sea. No todos los rivales son iguales, Atlético no tuvo una buena tarde, pero también por culpa de Defensa y Justicia que no lo dejó jugar, que le quitó la pelota, lo presionó, lo obligó al error y encima lo supo lastimar. Éstos tres untos valen oro pensando en el futuro cercano. Cuando venga la triple competencia el DT tendrá que ir variando, la acumulación de partido trae rotación de jugadores, y haber sumado muchos puntos al comienzo, dará la tranquilidad necesaria para apostar en todos los frentes. Mientras que los números den, el equipo irá por todo. Luego el tiempo dirá a qué competencia se ajusta más. En la próxima se viene Boca en La Bombonera, un partido que será medida para saber dónde está parado el equipo. Un marco importante, y buen rival.
