Un hombre sufrió el saqueo de su casa en manos de delincuentes en el momento en que se encontraba en el cementerio de Florencio Varela luego de haber velado a su esposa, en un hecho que sacudió a la comunidad y que consterna profundamente a la familia afectada, que no tuvo un respiro en los últimos días y además de la pérdida de un ser querido tuvieron que lidiar con este doloroso suceso.
En un triste episodio que tuvo en el foco a un sujeto que lidió con el fallecimiento de su compañera de vida, un conjunto de malvivientes se salieron con la suya y arrebataron de una vivienda varelense múltiples objetos de valor y ahorros que se fueron formando durante muchísimo tiempo, informó el portal del Diario Popular.
Todo esto, aprovechando que las víctimas no estaban y sin pensar en que el doloroso pésame se iba a extender aún más. La amargura y la desazón crecieron incansablemente y fueron los propios vecinos quienes se encargaron de dar a conocer la noticia y de pedir asistencia a las autoridades.
Ocurrió en el barrio Ricardo Rojas, de la localidad de Bosques, en José Manuel de Falla entre las calles Bragado y Brandsen y el hombre que vive en la mencionada dirección no se encontraba por el triste motivo de que su esposa había fallecido el día lunes.
Es por ello que primero realizaron el velatorio y, en consecuencia, llevaron el cuerpo al Cementerio Municipal de Florencio Varela. Fue en ese preciso instante, durante las 15 y las 18 en que los hampones hicieron de las suyas.
Al terminar el entierro, el viudo volvió a su vivienda y se encontró con el panorama desolador. Las puertas habían sido forzadas y, al poner un pie adentro, se dio cuenta de que todo estaba dado vuelta.
En el vecindario no escucharon ruidos ni notaron movimientos extraños, pero lo cierto es que hicieron un desmadre. Inmediatamente, se comunicaron con el 911 y agentes policiales se entrevistaron con él.
Los criminales rompieron la cerradura delantera y revolvieron rincón por rincón. Se llevaron los ahorros de toda la vida, aparatos de electrónica de última generación, como así también electrodomésticos y objetos de valor que le correspondían a la fallecida.
Esto último supone un golpe bajísimo, ya que no pasa por el valor económico, sino por lo significativo y sentimental en un momento tan particular.