“Así quedó el Banco Rojo que instalamos desde el HCD en la Plaza de la Democracia, un símbolo claro y necesario contra la violencia hacia las mujeres. Un mensaje que debería unirnos… y que algunos eligieron destruir”, publicó el Concejo Deliberante de Florencio Varela en su página de Facebook.
“Pero que quede bien claro: romper un banco no borra una lucha. No van a silenciar nada. No van a tapar el mensaje. No van a correr la discusión”, agregó y cerró:
“A quienes hicieron esto, les avisamos algo simple: por cada acto de odio, nosotros vamos a responder con más memoria, más compromiso y más presencia en los espacios públicos. El Banco Rojo va a ser restaurado por este HCD por decisión de su presidencia, más firme y más visible que antes. Porque lo que representa es mucho más fuerte que la violencia de unos pocos. Y porque en Florencio Varela no retrocedemos ni un centímetro frente a quienes quieren imponer oscuridad. Ni un paso atrás. Ni una mujer menos”
Nadie puede asegurar que haya sido un acto de odio. Hace algunos años un hecho sumilar sucedió con una placa instalada en la vereda de la Dirección de Derechos Humanos. El por entonces Director, Guillermo “Cuco” Náñez, denunció un atentando en la Comisaría Primera y el hecho escaló en mensajes de apoyo y desagravios. La realidad indicó que el letrado de Derechos Humanos aplastó la placa con la rueda delantera de su camioneta.