El jefe comunal -Andrés Watson- oficializó ayer por la tarde el funcionamiento del nuevo establecimiento destinado a la atención integral de las infancias ubicado en calle 1268 Nº1213, entre Cecilia Grierson y Baldomero Fernández Moreno.
«El segundo espacio con estas características que abrimos en la última semana para cumplir los plazos diagramados cuando proyectábamos la intervención», detalló el titular en el Ejecutivo local.
Watson analizó «el impacto directo, positivo, en la ciudadanía de las políticas públicas aplicadas por un Estado presente, con sus tres niveles en consonancia».
«Acciones planificadas e implementadas para contener a las niñeces en una etapa trascendental de sus vidas. Una forma de igualar oportunidades e impedir condicionamientos en el futuro de las próximas generaciones», reflexionó el Alcalde.
El Intendente marcó «el comienzo de la escolaridad para niños y niñas en estos centros» e insistió en «la posibilidad de completar la trayectoria educativa en Florencio Varela: desde el nivel inicial, primario, secundario hasta la universidad».
El subsecretario nacional de Primera Infancia -Nicolás Falcone- compartió: «Una perspectiva inclusiva permitió la construcción de este inmueble no como mera infraestructura sino como un ámbito confortable, digno para chicos y chicas del barrio».
«Un lugar seguro e indispensable para desarrollar en plenitud a las y los más pequeños», describió la subsecretaria provincial de Políticas Sociales -Juliana Petreigne- quien valoró «la gestión de la Intendencia por ocuparse de un tema fundamental».
Las instalaciones fueron configuradas con sala maternal de 45 días a 1 año de edad, lactario, deambulatorio, aulas de 2 a 3 y de 3 a 4 años, administración, cocina, depósito, sanitarios diferenciados más patios recreativos.
La secretaria de Desarrollo Social -Laura Vivas- subrayó «la creación de sitios adecuados, equipados y en óptimas condiciones para brindar una excelente calidad tanto en la enseñanza como en el aprendizaje».
El edificio fue diagramado para trabajar en grupos de 20 o 30 estudiantes, divididos en dos turnos, con una matrícula total estipulada para 90 alumnos y alumnas que fue cubierta en 24 hs.
La coordinadora pedagógica en el CDI -Lucero Bauján- exteriorizó cierta «ansiedad por desempeñar un rol profesional que representó un desafío individual y colectivo con el compromiso de garantizarle un derecho a la comunidad».
