El caso se está convirtiendo en una historia de ocultamientos. El gabinete de Educación que llegó antes que la policía al colegio, según da cuenta un comunicado oficial.

El hombre, padre de un alumno de la Escuela Nº 7 de Florencio Varela (Ex Gran Chaparral) ubicada en Parrillo y Sallarés, se acercó a la Comisaría Primera de Florencio Varela con la intención de ofrecer una humilde atención: llevaba una docena de facturas para la policía que amablemente había tomado la denuncia en horas de la noche por el caso de la niña armada.
«No, la oficial no está. Tiene unos días de sanción», le dijeron.
Con las facturas en la bolsita el solidario vecino caminó por avenida San Martín y al llegar a Newbery se cruzó con un viejo amigo, quien frecuenta la comisaría.
-Viene a entregarle unas facturas a la chica que tomó la denuncia de la Escuela y me dicen que tiene unos días por una sanción. ¿Sabés que pasó?
El relato del amigo, lo paralizó. No lo podía creer. El angustiando padre relató el hecho a éste diario. Con ese relato hicimos averiguaciones y en un 95% los hechos son reales.
¿Por qué fue sancionada? Por tomar la denuncia en horario nocturno cuando el hecho fue en horario diurno. Ese es el argumento oficial, pero detrás de ello hubo una grave línea de ocultamientos para que el caso no prospere y llegue a la fiscalía. Así las cosas lleva a pensar que la trama de ocultamiento se urdió para favorecer a la madre de la estudiante, oficial del Comando de Patrullas de Florencio Varela, a quien la adolescente le sacó el arma reglamentaria para llevarla en una mochila al colegio.

LOS HECHOS
El hecho se registró el lunes, pero se conoció en jueves pasado, en la Escuela de Educación Secundaria N° 7, cuando un alumno vio que una chica tenía una pistola 9 milímetros escondida en la mochila. Le avisó a su profesora y las autoridades de la institución la llamaron a la Dirección.
«Mataré a la maestra de Ciencias Naturales. Se van a arrepentir de llamarme rara», decía en una de las hojas que los directivos encontraron entre sus carpetas. Detalle curioso: el texto estaba escrito en ruso y tuvieron que traducirlo. En otra hoja había una lista de 14 compañeros a los que, se sospecha, quería atacar. Además, había varios números de teléfono, como el del 911 y el SAME. Al costado del papel había dibujado un arma y una bala.
Como diera cuenta éste diario en su edición del viernes pasado, al salir los chicos del turno mañana donde sucedieron los hechos, relataron a sus padres la vivencia.
Jorgelina B. la menor del arma, fue desarmada por la directora del colegio y esta en lugar de dar aviso de inmediato a la policía, a través del 911, llamó a la madre de la menor, presuntamente de apellido Loyola, quien se presentó en el establecimiento educativo a las 11 de la mañana. La directora, diría más tarde, en su defensa, que cumplió con el protocolo establecido. El protocolo dice que debe dar aviso a las autoridades policiales. La directora dio aviso, pero a la madre de la niña, policía, a quien le entregó el arma. Una vez cumplimentada la entrega, todo siguió como si nada hubiese ocurrido. La niña siguió en clase, pues ese lunes era un día de exámenes.
En ese marco pasado el mediodía la noticia se conoció en el grupo de padres del año Primero Segunda, donde cursa la niña. Padres de un alumno, cuyo jefe de hogar es bombero, se presentó en la seccional primera para hacer la denuncia del caso, enterados que la directora había entregado el arma a la madre de la adolescente.
Quienes estaban en la seccional se sacaron al matrimonio de encima y lo enviaron al colegio para quejarse. El bombero volvió a la comisaría y nuevamente le dijeron que tenia que ir al colegio y llamar al 911. El vecino de la factura relató a este diario la información que logró conocer:
«La segunda jefa de la comisaría Debora A, sabía lo que estaba sucediendo y avaló que se sacaran a la gente de encima. El jefe de la seccional también estaba enterado y como siempre piensan que nada va a pasar sino sale en los medios nacionales. Me contaron que el jefe, Matías J. estaba al tanto de todo. El caso quedo ahí hasta que entro el turno noche y una joven policía tuvo que tomar la denuncia»
Este diario pudo conocer que cuando el caso fue nota en los medios nacionales, llamaron de Asuntos Internos a la Comisaría Primera. Estaban en llamas. El caso era mediático al 1000%. La madre de una alumna involucrada en generar una masacre con el arma de la institución policial estaba en todos los medios de prensa. Los cruces desde Asuntos Internos con la policía terminaron como tenían que terminar: Con la sanción a una oficial de la policía que hizo su trabajo, cuando el asunto era evitar que la justicia intervenga. La única perjudicada en este caso es la oficial de policía sanción, ya que los 4 días de sancionan van a su foja de servicio y eso la arruina a la hora de ascender. Más allá está el perjuicio monetario. La joven oficial ignoraba en el turno noche que se habían sacado de encima, en horas del día, al matrimonio que quería denunciar.

EL COMUNICADO
En nuestra edición del viernes pasado comentamos que el Jefe Distrital de Educación, Alfredo Schveizer, no respondió ante nuestra consulta sobre una posición del caso. El viernes, pasado al medio, a 5 días del hecho, el funcionario hizo conocer un particular comunicado donde da cuenta que llegaron al colegio los funcionarios del educación, antes que la Policía a la que se debería haber convocado de inmediato.
El comunicado sin firma, indicó:

20 de diciembre de 2024
Acciones en la Secundaria 7 de Florencio Varela
Ante lo ocurrido el 16 de diciembre en la Secundaria 7 de Florencio Varela, en donde una estudiante ingresó al establecimiento con un arma de fuego, se informa que la situación fue tratada inmediatamente por el equipo directivo, que activó el protocolo correspondiente para garantizar la seguridad de la comunidad educativa. El arma fue aislada dentro de la mochila de la estudiante y resguardada en la Dirección, mientras se iniciaba un diálogo con la joven para indagar acerca de la decisión de ingresar un arma a la escuela. Asimismo, se comunicó a las autoridades educativas pertinentes y se contactó a las familias involucradas siguiendo las disposiciones establecidas por la normativa vigente.
En el marco de las intervenciones institucionales, el Equipo de Orientación Escolar (EOE) brindó contención tanto a la estudiante como a sus compañeras y compañeros, promoviendo el diálogo y la resolución pacífica de conflictos. Se orientó a la familia de la joven en cómo abordar su situación emocional y se convocaron reuniónes con las familias de las y los estudiantes involucrados para ofrecer espacios de escucha y aclarar dudas. Paralelamente, se realizaron las denuncias correspondientes ante las autoridades policiales, garantizando el seguimiento adecuado del caso.
Reafirmamos que las escuelas bonaerenses son espacios de paz, aprendizaje y diálogo, donde la inclusión y la seguridad de toda la comunidad educativa son prioridades.
Jefatura Regional Educativa 4 de la provincia de Buenos Aires.
Por su parte la Escuela Media Nº 7 hizo conocer, solo a los padres, otro comunicado por medio de un grupo de whatsapp ¿Sanciones?, para nadie.