Una joven de 22 años, del barrio Zeballos, vive un verdadero calvario desde el 2020, cuando denunció que fue abusada sexualmente por dos jóvenes varelenses en un departamento de Villa Vatteone. En ese marco la Justicia no le creyó y decidió sobreseer a los acusados, a pesar de tener varias pruebas en su contra. Asi las cosas la familia de la víctima sospecha que hubo «corrupción judicial», ya que la abogada de los acusados está casada con uno de los fiscales de la causa.
La médica Betiana Iacono, mamá de la denunciante, busca revertir la situación con la reanudación de la investigación y pidió que intervenga una fiscalía especializada en género.
Betiana ha hecho declaraciones con medios nacionales, tales como Crónica y TN. «Lo único que queremos es justicia para mi hija. Hace dos años que se está sometiendo a tratamientos psicológicos y psiquiátricos. Nunca hicimos publicaciones, ni escraches, porque ella está medicada y tuvo intentos de suicidio, pero llegamos a esto porque nos quisieron enterrar la causa, así, sin escrúpulos», expresó.
El hecho sucedió el 8 de noviembre del 2020, en un departamento ubicado en Lavalle entre Corrientes y colectora de la avenida Eva Perón de Florencio Varela. Era sábado a la madrugada, en plena época de pandemia. No había boliches abierto y los jóvenes se juntaban.
La joven de 22 años accedió a salir con un ex pretendiente que la llamo a su celular. Le dijo que iban a ir a un departamento a tomar algo.
«Llegaron a un departamento que le pareció raro, porque nunca habían ido y además porque tenía un cartel de alquiler/venta en la puerta. Cuando entraron, ellos le propusieron un trío, pero ella le dijo que no quería. De repente, le comenzaron a sacar la ropa y ella se quedó congelada, no sabía qué hacer. Abusaron de ella, la golpearon y hasta la mordieron», relató Betiana al recordar el calvario que padeció su hija.
«Me dijo que después, cuando pudo zafar, se metió en un baño y llamó a una amiga para que la fuera a buscar. Esa noche se quedó a dormir en su casa, pero a mí me lo contó recién a la tarde siguiente. Yo la vi rara, estaba en shock», agregó.
Inmediatamente, la madre la llevó a la comisaría de la mujer de Florencio Varela, pero aseguró que allí la maltrataron.
En estudio médico realizado a la víctima, los resultaron dieron positivo para abuso sexual vía anal, ya que vía vaginal utilizaron preservativo, según consta en la causa. Sin embargo, la mamá de «F» dijo que «la muestra fue tomada tarde y encima fue escasa, porque no sirvió para identificar con ADN al que la abusó».
Con el correr del tiempo y las pruebas en su contra, ambos acusados, identificados con sus iniciales como «J.C» y «T.L», quedaron imputados por el delito de «abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos personas», pero no fueron detenidos. El fiscal Alejandro Ruggeri, titular de la UFI N° 8, entendió que no había «peligro de fuga». Sin embargo, según contó Betiana a Varela al Día uno de ellos salió del país en varias oportunidades, pudiendo haberse fugado tranquilamente.
«Durante dos años mi hija se sometió a pericias psiquiátricas y psicológicas, pero la pandemia atrasaba todo. Pusimos abogadas y así se empezó a mover la causa, aunque los acusados no se presentaron a declarar en ese momento. Después dijeron que fue consentido. Encima, la Justicia nos negó una perimetral que habíamos solicitado porque uno de ellos se metió en un cumpleaños de mi hija sin permiso. El juez de Garantías dijo que no lo podíamos comprobar y tuvimos que ir a Cámara para que nos la den».
El 29 de diciembre del 2022, el juez de Garantías N° 5, Julián Busteros, avaló un pedido de sobreseimiento solicitado por la defensa de los imputados y por los fiscales Alejandro Ruggeri y Dario Provisionato, funcionarios a cargo de la UFI N° 8 de la fiscalía descentralizada de Florencio Varela.
A la familia le llamó la atención esta resolución arbitraria del magistrado de primera instancia, ya que no puso en vista a la Cámara de Apelaciones de Quilmes sobre la decisión que había tomado. Además, fueron alertados sobre un cambio en la defensa de los acusados que les pareció por demás sospechoso.
«Nos enteramos hace poco que cambiaron de defensora. (N. de R: Eran representados por el abogado Adrián Bernao quien falleciera en diciembre pasado) De un día para el otro, presentó un pedido de sobreseimiento, la cual la fiscalía y el juzgado acompañaron. Nos pareció raro lo que había pasado y empezamos a investigar. Fue así que averiguamos que Carina Ayala es la esposa de Provisionato, un fiscal de la UFI N° 8 que reemplazó en una diligencia a Ruggeri, que es el titular. Que justo, cuando Provisionato tomó el lugar temporal de Ruggeri, salió así de rápido el sobreseimiento», contó Betiana.
Esta decisión arbitraria del Juzgado de Garantías N° 5 fue apelada ante la Cámara de Casación penal, donde las abogadas de la víctima, Cintia Hecht y Marcela Micolaichuk, dejaron en claro cómo sucedieron los hechos, denunciaron este episodio y aseguraron que los camaristas «deben tener presente que esta gravísima situación se concretó en el marco de una causa en la que se investiga un hecho de violencia contra la mujer en el que se busca la impunidad del delito, sin mediar un juicio que garantice la efectiva participación y acceso a la justicia de las partes, cerrando prematuramente.