Hace un lustro, quien esto escribe, estacionó su moto en la vereda de la Municipalidad, sobre 25 de Mayo, donde desde siempre y hasta estos días existe. Un agente de la Comunal me recriminó, diciendo que sobre la vereda no se puede estacionar.
Como respuesta fue “haga la multa nomás” Y la hizo. Meses después llegó la constatación de la multa y con la multa en mano me presenté en el Juzgado de Faltas Nº 3 de Florencio Varela. En una carpeta llevé una tablet con mas de 50 imágenes de vehículos estacionados sobre las veredas de la avenida San Martín, entre el bajo nivel y la Curva de Berraymundo, algo que está prohibido por la sancionada Ordenanza de Ordenamiento Vial. La Jueza sobreseyó la infracción.
El tiempo pasó y nada cambió. Hace unos meses le pedi a un alto funcionario de Seguridad la implementación de un espacio para estacionar las motos sobre 25 de Mayo y frente a la Iglesia. El funcionario se comprometió a hablar con Menssi de Seguridad Vial. Admitió la buena idea.
El titulo de ésta crónica no es lo que correspondería porque para pintar el cordón de amarillo y poner dos señales viales de estacionamiento de motos no debe superar el millón de pesos. A lo mejor si. Lo cierto es las motos siguen subiendo a la vereda de la municipalidad con el riesgo existente para con los peatones.
Mario Lettiere